Vox sigue su gira por los barrios obreros de Madrid. Consciente de que las clases medias-altas se movilizarán en favor de la candidata del Partido Popular, Isabel Díaz Ayuso, la extrema derecha española está buscando un caladero de votos distinto al habitual hasta ahora, más pegado a los núcleos obreros de la región y con una alta tasa de inmigración en sus barrios.

Este viernes han ido a Moratalaz, donde desde hace días se estaban convocando grupos antifascistas que amenazaban con volver a boicotear el acto, como ya sucediera la semana pasada en el barrio madrileño de Vallecas. Sin embargo, el dispositivo policial se ha encargado de evitar cualquier tipo de enfrentamiento, haciendo un cordón entre los antifascistas y los dirigentes de la formación ultra que impidiera cualquier tipo de interacción entre ambas partes.

Como momento anecdótico, Javier Ortega-Smith ha llegado a una carpa de Vox parándose en un quiosco de lotería y comprando un cupón, ante la atenta mirada de los periodistas allí desplegados. Poco después se le ha podido ver dando apretones de manos como si la covid-19 no fuera con él a los vecinos que lo esperaban entusiasmados.

Salvo algunos pitos y gritos fortuitos, el mitin ha transcurrido sin mayores problemas ni incidentes. Entre los asistentes al evento, destaca la presencia de Rafael Lomana, hermano de Carmen Lomana y diputado de los liderados por Santiago Abascal.

“Estamos muy satisfechos. Nuestra mejor estadística es ver que en todos los barrios y zonas a las que vamos nos reciben con ilusión. Vamos con la mayor ilusión a mantener a la izquierda cobarde lo más lejos posible”, ha manifestado el dirigente.