Hoy se ha anunciado que el PSOE de Pozoblanco, junto con los independientes surgidos de la escisión socialista, unen fuerzas en un moción de censura para desbancar al PP de la alcaldía. Si la familia socialista se reunifica y han hecho las paces se verá en los casi cuatro años que quedan por delante de gobierno conjunto. De momento ambas formaciones, PSOE y Ciudadanos Demócratas e Independientes de quien fuera anterior alcalde, gobernarán conjuntamente y se repartirán dos años cada uno la vara de mando. Un hecho que además maquilla algo los malos resultados obtenidos por el PSOE cordobés que le han llevado a perder alcaldías tan importantes como Cabra, Peñarroya o Priego así como la propia Diputación provincial.
Para muchos socialistas cordobeses, la pérdida de la "batalla de Pozoblanco" había dejado cicatrices muy hondas y fue muy dificil de digerir. La escisión socialista pudo ser evitada en la legislatura anterior si se hubiese utilizado más diálogo y menos mano dura que la que los dirigentes provinciales usaron en su momento. Todo ello provocó que el alcalde socialista en parte del anterior mandato, Benito García, fuera expulsado del PSOE. Como consecuencia de la divisón mencionada vino la victoria por la mínima del Partido Popular, algo inconcebible en aquella zona del Valle de los Pedroches.
Hoy las aguas comienzan a volver a su cauce y puede que en un futuro y tras la etapa de cohabitación que espera, los socialistas pozoalbenses vuelvan a ser la gran formación que nunca debieron de dejar de serlo.
El pacto en Pozoblanco se ha hecho desde el diálogo de los dirigentes locales y en clave local, sin dirigentes territoriales de por medio. Mejor así. Puede que por esa razón haya sido, finalmente, fructífero.
* Juan Luis Valenzuela es Coordinador de El Plural en Andalucía