Málaga. 10 de la mañana en un hotel del centro. No parece noviembre. La luz que viene del mar cercano inunda la cafetería a esas horas solitaria. Al otro lado de los amplios ventanales se apostan los taxistas en su parada; al contrario que sus compañeros de Sevilla cuando días atrás reventaron un mitin de Susana Díaz, hoy están tranquilos y en lo suyo. Aun así, mejor no arriesgarse a una sesión fotográfica con la candidata en plena calle.

A la presidenta socialista se la ve relajada; si por dentro no lo está, nadie lo diría. Parece confiada en su victoria y seguramente lo está pero, cuando baja la guardia, alguien muy atento creería adivinar en su frente la sombra incierta de esa aprensión de los combatientes en vísperas de la batalla.

Díaz es una líder aplicada, profesional. No acierta siempre, pero conoce su oficio. Confía en la retórica de vieja escuela según la cual conviene repetir un mensaje todas las veces que haga falta y alguna más para asegurarse de que llega a los electores.

El principal mensaje socialista en este último tramo de campaña es la acusación al PP y Ciudadanos de que sumarán sus votos a los de extrema derecha. Díaz lo suelta antes de que se lo pregunten. El PSOE ha encontrado un filón de oro en esa virtual alianza que los acusados no impugnan. Zapadores, infantería, caballería y artillería llevan varias jornadas concentrados en esa veta. Oro de primera calidad.

-¿Qué impresión tiene de la campaña?

-En la calle mucho cariño, muchísimo cariño. Buenas vibraciones pero una sorpresa: lo que no me esperaba es tener que enfrentarme a una coalición de VOX, Ciudadanos y el PP, eso es lo que no me esperaba.

-Se lo preguntamos porque hay gente que dice que el Partido Socialista ha ido a una campaña de tono bajo, menos intensa que en otras ocasiones.

-Yo he ido a una campaña que creo que es la que esperan los andaluces de nosotros, en positivo, contándoles lo que he hecho y lo que quiero hacer. La gente está harta ya de insultos, harta.

-¿Esa derecha liberal y democrática debería haber condenado a VOX?

-Los que han blanqueado a esa derecha, a esa extrema derecha xenófoba, homófoba, racista y que no condena la violencia de las mujeres son los mismos que ahora no descartan apoyarse en sus votos. Lo ven como un posible aliado solo por ir contra el PSOE.

-Pero el líder de Ciudadanos, Juan Marín, ha dicho en una entrevista esta semana que no descarta acuerdos puntuales con el PSOE. ¿Con qué Ciudadanos se queda usted?

-Es que en otra entrevista también ha dicho que le encantaría contar con los votos de VOX.

-¿Y qué cree que harán finalmente los naranjas?

-Bueno, yo siempre he calificado a Ciudadanos y a Juan Marín como imprevisibles, se mueven en función de lo que les digan las encuestas pero, lo que nunca imaginé es que Ciudadanos y el Partido Popular intentarían formar una coalición y sumar sus votos con la extrema derecha, cuyo líder cuestiona que el franquismo fuera una dictadura, eso sí me ha sorprendido.

-¿El viraje de Juan Marín en esta campaña le ha dejado un regusto amargo en lo personal?

-Procuro separar una cosa de la otra. Le tengo un afecto grande y no lo reconozco cuando usa palabras gruesas que no son suyas. En política se nota cuando haces no lo que quieres sino lo que te obligan a hacer.

-¿Usted atribuye ese giro de Marín a presiones de Madrid?

-Yo creo que hay dos elementos, uno es que la falta de autonomía es evidente, como se comprobó en la negociación del modelo de financiación. Cuando había un acuerdo prácticamente unánime, Garicano y Rivera mandaron parar y dijeron que eso entraba en colisión con lo que estaban defendiendo en otros lugares de España, que las regiones más ricas recibieran más.

-¿Y el segundo elemento?

-Que es un partido que siempre da vaivenes en función de lo que cree que electoralmente le va bien por los sondeos, y yo creo que hace ya unos meses decidió Rivera entrar en la competición por la derecha con Casado y a medida que Casado se acerca más a posiciones extremas, Rivera también. Ese posible tridente VOX-Ciudadanos-PP en Andalucía es fruto de eso, de la batalla campal que tiene la derecha.

-Si ustedes ganan y se produce el bloqueo que temen, ¿no podría ser interpretado por el electorado como una venganza política y castigar a quienes lo propiciaran?

-No creo que nadie sea tan irresponsable otra vez, después de los 80 días de bloqueo que vivimos aquí y que después se reprodujo en España con la repetición de elecciones. Si tengo esa mayoría amplia, lo que haré será hablar con todo el mundo para que lo que es anormal, que es impedir que las instituciones echen a andar, no se convierta en normal.

-Los demás puede que no lo vean así.

-Yo espero que no haya esa irresponsabilidad. Gobernar no es impedir que otro gobierne, y cuando no tienes una mayoría alternativa no puedes impedir que las instituciones echen a andar.

-Todas las encuestas dicen que ganará el PSOE, aunque con una mayoría insuficiente. Si Cs ya ha dicho que no la hará a usted presidenta de ninguna manera, solo queda Adelante Andalucía. Cuesta imaginar a Antonio Maíllo y a Teresa Rodríguez haciéndola presidenta…

-Bueno, si soy presidenta será porque me han hecho presidenta los andaluces con su voto libre. Lo que ocurre es que hemos admitido que la representación parlamentaria puede cuestionar las mayorías democráticas en las urnas. Es legítimo conformar otra mayoría, la derecha lo está planteando con su disposición a ir contra el PSOE, pero si no tienen esa mayoría alternativa, que no bloqueen las instituciones despreciando el voto de los ciudadanos.

-¿Y si PP más Cs –más VOX llegado el caso– suman más que el PSOE? Ellos le podrían decir a usted: no bloquee usted nuestra alternativa que suma más escaños que PSOE.

-Es que si tienen mayoría para gobernar lo van a hacer, y por eso yo aspiro a una mayoría sólida. El día después llamaré a PP, Cs y Adelante, pero lo que nunca haré será asociarme con un partido xenófobo.

-Podemos se mete mucho con usted pero usted no hay manera de que se meta con Podemos…

-Es que no me meto con nadie, yo no insulto ni falto a nadie. Yo estoy feliz, contenta y se me nota, es un honor que la gente te dé cariño y confíe en ti y en el PSOE como garantía de progreso. No necesito meterme con nadie para defender lo que quiero.

-Teresa Rodríguez le ha reprochado a usted haber puesto en órbita a VOX al hablar tanto de ellos.

-Es evidente que quien ha puesto en órbita a VOX es quien ha dicho que le suenan bien sus propuestas, que las comparte, que su líder es un buen chico, ellos lo han puesto en órbita. Para todo el que tenga el corazón progresista, su principal objetivo, además de seguir avanzando, debe ser que la extrema derecha no entre en esta tierra solidaria y generosa. Y si la señora Rodríguez no ve eso, es que tiene un problema.

-¿Para usted el rechazo a VOX es una cuestión de mera higiene democrática?

-¿Acaso no es justo que los andaluces, cuando vayan a votar, sepan que hay fuerzas políticas dispuestas a apoyarse en votos de la extrema derecha con tal de ir contra una fuerza de izquierda? A no ser, claro, que lo único que les preocupe es ir contra el PSOE.

-¿Que piensa cuando le oye a Teresa Rodríguez decir que “el cortijo andaluz apesta”?

-Que tiene mal olfato, en todos los sentidos; afortunadamente, Andalucía hace mucho tiempo que goza de una autonomía consolidada y ganada legítimamente. Llamar cortijo a una tierra levantada con el sudor y el trabajo de la gente creo que es faltarle el respeto a los andaluces.

-¿Como se toma eso, que también le dice Rodríguez, de que usted no es el socialismo sino el susanismo?

-Parece que me tiene en alta consideración (risas), pero en mi partido esos personalismos no caben. Aquí no somos estalinistas, ni leninistas, ni troskistas, ni anticapitalistas, somos socialistas. Por cierto, que debe gustarles bastante el socialismo porque no paran de reivindicarlo en sus actos públicos.

-¿Teme que algún partido ponga su nombre como condición para pactar con el PSOE?

-Es que si fuera por ellos no me dejaban ni presentarme a las elecciones (risas), ni a mí ni al PSOE, y es porque creen que vamos a ganar. Hasta ahí llega el nivel de desesperación. Permita que me lo tome con humor. Nos han dicho de todo, ratas, régimen, cortijo, tontos, que nuestros niños son inferiores… lo único que les ha faltado es decir que el PSOE y Susana no se presenten.

-De todas formas, alguien puede plantear: PSOE sí, Susana no.

-Si hubieran podido, lo habrían hecho, pero eso me lo tomo con humor.

-O sea, que no le ha preocupado ni mucho ni poco.

-Es que me parece un síntoma de desesperación. Los andaluces merecen más seriedad.

Algunos observadores auguran que la próxima legislatura será un infierno. ¿Cuál es su pronóstico?

-Va a ser muy positiva porque va a ser de crecimiento y recuperación de derechos, y quien piense solo en la aritmética parlamentaria es que se presenta a estas elecciones de manera egoísta. Yo me presento pensando en lo bueno que le espera a Andalucía, mientras que otros parece que piensan en cómo meter el dedo en el ojo…

-¿Pero cree de verdad que será una legislatura parlamentariamente tranquila?

-Dependerá de la voz que tengan los andaluces en las urnas, ellos dirán qué Parlamento quieren, y los que estemos ahí debemos gestionar responsablemente su mandato.

-¿Un Adelante Andalucía pasando de la tercera a la segunda posición podría encarecer la negociación política con el PSOE?

-Lo evidente es que todos están peleando por ser segundos porque no quieren responsabilizarse del día después.

-¿Bajar de cuarenta y tantos escaños sería un fracaso para ustedes?

-Sería un fracaso no tener la confianza de los andaluces. Aspiro a que después de cinco años vuelvan mayoritariamente a confiar en nosotros.

-¿Teme que el juicio de los ERE, que está concluyendo, dañe las expectativas de su partido?

-Llevamos ya cuatro o cinco campañas con ese caso abierto. Yo lo que espero es que en el futuro los juicos sean más rápidos para que la gente aumente su confianza en la justicia.

-Dentro de la corriente animalista que hay en estos momentos, ¿le pediría usted también el voto a una vaca, como ha hecho Moreno Bonilla?

-(Risas) No, no, lo de la vaca no, pero los niños se educan mejor con animales en casa, debemos poner en valor la tarea de los que trabajan por la recuperación de animales maltratados, hay niños que como terapia utilizan animales. No me tomo estas cosas de forma frívola. Además, los ganaderos andaluces tiene otras prioridades más importantes que hablarle a una vaca, quieren precios justos, costes energéticos adecuados para hacer sostenibles las explotaciones, porque la ganadería es la que más ha sufrido la crisis. Menos hablar a las vacas y más trabajar.