En la hemeroteca de la historia política española y andaluza habrán existido momentos bochornosos, pero creo que como el vivido ayer en el Parlamento andaluz, ninguno. Me parece ofensivo y vergonzoso que cien alcaldes del PP acudan a la sede parlamentaria de los andaluces a reivindicar sobresueldos, sobre-dietas y sobrecomplementos, en un momento de crisis en el que muchas personas están sin salario y sin protección por desempleo.

Y es que en la derecha no sólo se creen seres superiores en lo político y en lo social, sino que además y sobre todo tienen que diferenciarse del resto de los mortales en lo económico. No en vano el PP ha hecho, como una práctica habitual, que sus máximos responsables cobren “duplicidad y triplicidad” de salarios, dietas y complementos. Entre ellos tenemos a Rajoy, Cospedal, Arenas y un largo etc, que son la clase VIP de la política y de la incongruencia porque a su vez tienen la cara dura de hablarle a los ciudadanos de austeridad.

Por tanto la cúpula del PP está dando un ejemplo que sienta precedentes. Arenas no puede defender ahora “una persona-un cargo-un salario” por que él no practica con el ejemplo. Es más, imagino que el reto de todos sus alcaldes será aspirar al salario que cobra su líder o al menos a seguir cobrando por dos o tres sitios.

Pero lo peor de todo esto no es el enriquecimiento mediante la política, es que además Arenas trata con desprecio a los andaluces. Un desprecio que se traduce en intentos permanentes de engañar a nuestra gente. El campeón propuso en 2004 y en 2008 que en política una persona tuviera un solo cargo. Hoy se desdice y defiende la duplicidad de cargos, de salarios de complementos y de dietas. No solo lo defiende, sino que además moviliza a cien alcaldes para seguir reivindicado su sobresueldo personal y el de sus 17 alcaldes. Por tanto Arenas lleva siete años mintiendo a los andaluces con la incompatibilidad de cargos.

Arenas ha realizado constantes llamamientos a la austeridad. Incluso llegó a decir que en Andalucía nadie debía ganar más que el presidente Griñán y mira por donde, cuando se conoce su declaración de renta, por valor de casi 30 millones de las antiguas pesetas al año, resulta que cobra casi el doble que nuestro presidente de la Junta. Otra mentira más, pues pedía austeridad para todos los andaluces menos para él.

Y nos ha mentido también al hablar y pregonar a diestro y siniestro la transparencia. Claro que una cosa es pregonar y otra bien diferente dar trigo. Porque Arenas se vio entre las cuerdas cuando el presidente Griñán entregó sus tres últimas declaraciones de renta ante la Mesa del Parlamento. A partir de entonces al campeón de las mentiras se le cayó el mundo encima. Incluso llegó a “hacerse trampas en el solitario” buscando a un notario amigo para intentar justificar lo injustificable y es que por muchas vueltas que le de, Arenas gana en torno a los 178.000 € anuales.

Todo esto nos lleva a la conclusión de que Arenas no es una persona de fiar pues siempre dice lo contrario de lo que realmente hace. Una persona que aspira a ser presidente de los andaluces no puede ser un mentiroso compulsivo. Y es que el campeón se ha convertido en un fraude como persona y como político.

Todo esto nos lleva también a la conclusión de que en este momento, en el que muchas personas han perdido su empleo, en el PP, que se les llena la boca de solidaridad y ayuda a los que no tienen, no están dispuestos a perder parte de sus privilegios. En definitiva, nos lleva a la conclusión de que en el PP se teoriza muy bien pero se practica muy mal.

 

Manuel Aguilar Germán