La Junta de Andalucía que presume de gestión contra la pandemia y que confronta con el Gobierno central cada vez que la ocasión lo brinda, es la misma que mantiene a un grupo de científicos del Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra de Granada, del CSIC, sin vacunar a pesar de que tiene en sus manos un destacado proyecto de la Covid y arriesgan trabajando con “virus vivo”.

Ante ello los doce miembros que componen este avanzado equipo se han visto en la obligación de suspender su investigación a pesar de que se trata de un estudio de los más importantes en estos momentos sobre el RNA del coronavirus. El motivo que ha llevado al equipo de investigadores, no sin mucho dolor, a tomar esta decisión es la más que incomprensible negativa de la Junta de Andalucía a vacunar a los 12 componentes que investigan en este proyecto con un alto riesgo en el laboratorio al no estar vacunados.

Según informó ayer jueves el diario Granada Hoy, desde mes de febrero, tanto el centro como el propio CSIC han cursado distintas peticiones a la Junta para que el personal de este equipo “sea vacunado de forma prioritaria”. Simplemente le pide al Gobierno de Moreno Bonilla que los trate de manera similar a como lo ha hecho con los profesionales sanitarios, policías y docentes. Sin embargo recientemente han recibido como respuesta una carta de la Delegación de Salud de Granada en la que se les comunica que no procede la vacunación.

Trabajan sin vacunarse con cantidades masivas de virus

A pesar de que el tipo de laboratorio donde realizan esta investigación dispone de elementos de seguridad, nunca hay que descartar la posibilidad y el peligro de contagio, mucho más cuando se trata de manipular el virus. El investigador principal de este equipo, Carles Suñé Negre, ha informado de que el trabajo se suspende mientras no se den las condiciones de seguridad adecuadas. "Trabajamos con cantidades masivas de virus y si no nos vacunan se podría incumplir incluso la normativa legal actual", ha explicado dicho científico responsable de este proyecto que, curiosamente, está financiado por la propia Junta de Andalucía.

La gerente del Instituto López-Neyra, Concepción Barrecheguren, ha explicado a Granada Hoy que “la petición ni siquiera se ha hecho extensiva a todos los científicos y trabajadores del centro, pese al riesgo general por los contactos habituales. Se ha priorizado el caso de esta docena de personas, con una media de edad de 30 años, que están en primera línea frente al virus todos los días”. A pesar de todo, la respuesta ha sido negativa.  "Hemos llegado a pensar en que los investigadores sean vacunados en Murcia, porque en ninguna otra Comunidad de España ha habido problemas". En Madrid, por ejemplo, los científicos del CSIC ya llevan inmunizados más de un mes.

Un proyecto escogido por la propia Junta

Se da la circunstancia paradójica y contradictoria en sí misma que esta investigación paralizada es uno de los pocos proyectos escogidos por la Junta de Andalucía para avanzar en el conocimiento del papel del material genético del coronavirus en la infectividad, una investigación básica que más adelante puede tener repercusión sobre posibles mejoras de la vacuna o de los tratamientos. Un paso muy importante para dotarse de un mejor conocimiento del virus.

La respuesta negativa de Salud de Granada ha contrariado a los responsables del centro porque consideran que “ampararse en las grandes medidas de seguridad del laboratorio para rechazar la vacuna es como negarle la dosis a un médico por que utiliza trajes de protección".