En no mucho tiempo será más difícil burlar al fisco español desde Gibraltar. Rabajar al máximo la competencia fiscal desleal es uno de los objetivos del Tratado suscrito por Londres y Madrid.

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha firmado este lunes el Tratado fiscal negociado con Londres para afrontar la situación de Gibraltar tras el Brexit, y ha subrayado que es "el primer Tratado internacional entre España y Reino Unido sobre Gibraltar después del Tratado de Utrecht".

En declaraciones a los periodistas antes de comparecer en la Comisión de Gastos Reservados del Congreso, ha explicado que el Tratado se ha firmado ahora porque "ha costado muchísimo trabajo", y "en el último momento siempre han aparecido problemas porque es tema es delicado y hay muchísimos intereses en juego".

El Tratado, que ahora debe ser aprobado por el Consejo de Ministros y ratificado por el Parlamento "trata de evitar que Gibraltar sea un foco donde haya una competencia fiscal desleal" con el territorio de alrededor, y por eso se ha congratulado de la firma.

El Tratado fiscal es el quinto acuerdo negociado por España con Reino Unido con el fin de resolver lo que el Gobierno considera aspectos "irritantes" sobre Gibraltar, junto al medio ambiente, el contrabando de tabaco, la cooperación policial y los derechos de los ciudadanos. Estos cuatro son acuerdos políticos, pero la materia fiscal exige ser abordada en un Tratado internacional que avalen las Cortes.

Al margen de Gibraltar, en relación con el Brexit Madrid y Londres han firmado además un acuerdo para reconocer el derecho de voto en elecciones municipales a los españoles residentes en Reino Unido y alos británicos residentes en España.

Además, para el caso de un Brexit sin acuerdo, el Gobierno aprobó el pasado viernes medidas de contingencia para conceder a los ciudadanos británicos que viven en España la residencia legal, medidas condicionadas a que Londres adopte medidas recíprocas.

Según ha adelantado hoy el diario El País, el tratado establece "un baremo objetivo para determinar quién es residente fiscal en Gibraltar y quién no, de forma que los ciudadanos que pernocten más de 183 días al año, tengan su cónyuge con residencia en España, posean una vivienda habitual o dispongan de dos tercios de sus activos en territorio español deberán tributar a la Hacienda española. La norma –añade el rotativo– afecta a aquellos que hoy estén considerados residentes fiscales en Gibraltar".