Se acabaron los ejercicios tácticos y las maniobras de distracción. Hasta ahora había hablado la diplomacia del estado mayor por boca de dirigentes como Toni Valero, Martina Velarde o Ernesto Alba, pero desde este 20 de septiembre parece que hablarán las armas.

Izquierda Unida Andalucía y Podemos Andalucía han decidido movilizar su artillería pesada para neutralizar las “anomalías antidemocráticas” perpetradas por la líder anticapitalista y presidenta del grupo parlamentario Adelante, Teresa Rodríguez: cerca de 800 cargos públicos municipales “de candidaturas de Adelante Andalucía, Izquierda Unida Andalucía y Podemos Andalucía” han firmado hoy un duro manifiesto en el que, sin citar a Rodríguez ni a sus aliados minoritarios de la confluencia, denuncian “la usurpación de la marca electoral mediante prácticas antidemocráticas ejercidas por una minoría”.

Exhibición de músculo

El abultado número de firmantes es una exhibición del músculo institucional y de la implantación territorial de las dos organizaciones. Difícilmente los otros tres pequeños partidos enmarcados en Adelante podrían reunir una cifra ni siquiera remotamente cercana a esos 800 oficiales y suboficiales leales a IU y Podemos.

Entre las “anomalías antidemocráticas”, el manifiesto menciona “la apropiación de la marca electoral, la apropiación de las redes sociales y la publicación de declaraciones políticas sin consenso entre las fuerzas políticas coaligadas en Adelante”.

Los firmantes no permitirán que “el sectarismo y los intereses de una minoría nos distraigan del objetivo central y prioritario: construir un proyecto político unitario, sólido y solvente”. Aunque no cita expresamente a nadie, con la expresión esa “minoría” el texto se está refiriendo al comportamiento de Anticapitalistas, cuya alianza con los también minoritarios Izquierda Andalucista y Primavera Andaluza les da una suma de tres partidos contra dos –IU y Podemos– en el seno de Adelante, pese a ser estas dos últimas fuerzas abrumadoramente mayoritarias en la confluencia.

Cuando se materializó la coalición en el verano de 2018, Teresa Rodríguez era la líder indiscutible de Podemos Andalucía. Hoy ha dejado de serlo, pero entiende la parlamentaria por Cádiz que han sido Podemos e IU quienes han traicionado el espíritu fundacional de Adelante, que ella habría intentado salvaguardar inscribiendo por cuenta propia la marca de la confluencia en el registro de partidos del Ministerio del Interior.

Las bases deben hablar

En nombre de los “miles de hombres y mujeres que trabajamos día a día por defender los derechos e intereses de la gente trabajadora en centenares de municipios de nuestra tierra”, los firmantes recuerdan que “Adelante Andalucía ha sido mucho más que un grupo parlamentario o una mesa de coordinación entre las direcciones de las organizaciones que participan en su seno” y recalcan que, cuando se puso en marcha hace dos años, se acordó que “cualquier debate político de calado o decisiones que comprometan al conjunto de Adelante Andalucía debían de desarrollarse siempre en el marco de procesos democráticos y participativos, donde las bases fuéramos protagonistas activas de nuestro presente y futuro”.

Rodríguez y sus leales no quieren ni oír hablar de una consulta a las bases que tendrían perdida. Hoy por hoy son mayoría en el grupo parlamentario, de cuyos 17 diputados solo 5 militaban en IU. El resto lo hacían en Podemos, pero su lealtad está ahora con Teresa Rodríguez y su proyecto de partido nacionalista de izquierdas, confederado con las matrices estatales roja y morada y contrario al Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos.