La Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo ha declarado la nulidad del dragado del canal del Puerto de Sevilla en el río Guadalquivir al estimar parcialmente el recurso que presentó la asociación ecologista WWF-Adena contra el Real Decreto por el que se aprobó el Plan Hidrológico del Guadalquivir. Con esta obra, promovida por el Puerto de Sevilla, la capital aspiraba a captar la llegada de grandes barcos y cruceros. Según la resolución, a la que ha tenido acceso Europa Press, también se declara la nulidad de la calificación de dicha obra de dragado como "medida complementaria". El dragado del canal que ahora se declara nulo preveía incrementarse 6,8 metros a 8 metros la profundidad en el tramo de la desembocadura. Y de 6,5 metros hasta los 7,60 metros en el canal fluvial. El alto tribunal se basa en el artículo 4.7 de la Directiva Marco de Agua y en 39.2 del Reglamento de planificación Hidrológica para concluir que no se han explicado o justificado de forma "específica" en el plan los motivos por los que se realiza esa obra que "ocasionará modificaciones o alteraciones de las masas de agua, con el consiguiente deterioro y su repercusión sobre uno de los enclaves más protegidos de Europa, Doñana". La sala considera que esa explicación, que se impone cuando se prevén actuaciones que "empeoran el estado de las masas de agua, no puede hacerse con posterioridad al plan". Así las cosas, subraya que no puede hacerse porque expresamente lo impiden los artículos antes citados; y porque esta anticipación de la decisión ambiental en el momento en que se aprueba el plan y no después cuando se aprueba el proyecto, es la "única acorde con la evolución de las normas ambientales". Además, una tercera razón apunta a que la solución contraria a esta "privaría eficacia al contenido del plan y resultaría incompatible con su naturaleza como un verdadero plan de actuación". En el texto de la sentencia, que se conocerá en los próximos días, los jueces incluirán los informes técnicos como el de la Comisión Científica, cuyo dictamen advierte de las "consecuencias nocivas" para el medio ambiente en el estuario de Doñana, "que en la situación actual el dragado de profundización se ha demostrado incompatible con la conservación del estuario y por lo tanto de Doñana".