Como en el caso narrado por Shakespeare en ‘El mercader de Venecia’, donde Shylock reclamaba con toda urgencia la libra de carne del mercader Antonio porque así figuraba en el contrato firmado por ambos y amparado por la ley, el Partido Popular reclama ya mismo y amparado por el Tribunal Constitucional el puesto en la Mesa del Parlamento que le fue hurtado en su día en beneficio de Izquierda Unida. Lo reclamó en el Pleno de ayer y la bronca fue de órdago.

Del mismo modo que la ley veneciana amparaba inequívocamente a Shylock pero el cumplimiento inmediato de la misma provocaría que Antonio muriera desangrado al serle cortada una libra de carne cercana al corazón, la Constitución española ampara inequívocamente al PP pero el cumplimiento inmediato de la sentencia del TC desangraría a la Mesa del Parlamento, donde el miembro de IULV-CA quedaría expulsado de inmediato de la misma pero dicha expulsión violaría a su vez el propio Reglamento de la Cámara, cuyo artículo 36 prescribe que todos los grupos tienen derecho a formar parte de dicha Mesa.

¿Vuelta a empezar?

El inmediato cumplimiento de la sentencia del TC sin una negociación previa entre todos los grupos, para hallar el encaje de la decisión judicial sin causar un daño mayor aún que el que se buscaba restañar, es problemático. El único modo de entregar de inmediato al PP ‘la libra de carne’ a que tiene derecho es echando a IU de la Mesa, pero entonces su diputado José Antonio Castro acudiría al Constitucional… y vuelta a empezar. 

El presidente del Parlamento andaluz, Juan Pablo Durán, recordaba ayer el criterio del letrado mayor de la Cámara: que la sentencia del TC que falla a favor del PP se ejecutará como establece la Constitución en su artículo 164, es decir, una vez que se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Del Pozo reclama lo suyo ya

Como se recordará, el recurso de amparo fue presentado por la diputada popular Patricia del Pozo en junio de 2015 en contra de la actual composición de la Mesa del Parlamento, en la que el Grupo Popular solo tiene uno de los siete puestos, mientras el PSOE tiene dos (más el presidente) y Podemos, Ciudadanos e IU tienen un sillón cada uno. PSOE y C’s tienen así en la Mesa la mayoría absoluta que también tienen en la Cámara.

El conflicto de ayer surgía porque propia Del Pozo remitió un escrito a la Mesa solicitando que de forma inmediata se ejecutase la sentencia entendiendo la diputada popular –explicaba el presidente Durán– que “la misma tenía que haber tenido efecto desde el día de su comunicación al Parlamento". Mientras, el presidente ha encargado al letrado mayor "un informe jurídico sobre cómo hay que ejecutar la sentencia".

El fundamento quinto

Durán recordó que el letrado mayor "ya ha manifestado que seguirá al pie de la letra el fundamento quinto de la sentencia". Ese fundamento dice textualmente que el presidente de la Sesión Constitutiva “decidió excluir de la Mesa a la diputada recurrente y proclamar como Secretario tercero al diputado propuesto por IU, [una decisión] que priva injustificadamente a la diputada recurrente de su derecho a formar parte como Secretaria de la Mesa del Parlamento de Andalucía”. Es decir, el cumplimiento automático y sin negociación de la sentencia dejaría automáticamente fuera de la Mesa al diputado de IU José Antonio Castro.

El letrado mayor también tendrá que pronunciarse, según Durán, sobre cómo garantizar el derecho de los grupos a estar en la Mesa, que "viene recogido en el Reglamento" y responde a la "voluntad manifiesta de los grupos que en aquel momento conformaban el Parlamento para que hubiera una representación plural" en la Mesa.

Primero la ley y luego el diálogo

El PP ve, sin embargo, las cosas de muy distinta manera. Antes de que tuviera lugar la bronca en el Pleno, su portavoz parlamentaria, Carmen Crespo, criticó que se siga "dilatando 'sine die' y sin ninguna justificación" la incorporación de la diputada popular Patricia del Pozo a la Mesa. Crespo dijo no entender cómo la Presidencia del Parlamento "no hace cumplir esta sentencia, que es taxativa, clara, contundente y rotunda". ¿Pero entonces tendría que salir de la Mesa el diputado de IULV-CA? Crespo contestaba implícitamente que sí: la incorporación de Patricia del Pozo, decía, debe ser inmediata y luego hay que “dialogar” sobre la presencia de IULV-CA en la misma.

El enfrentamiento entre el presidente del Parlamento y el Grupo Popular fue particularmente agrio al reclamar sorpresivamente este último un receso para “recomponer” la Mesa y cumplir así el fallo del TC.

Aspavientos y numeritos

La diputada Patricia del Pozo exigía su puesto en la Mesa ya, antes de que continuara el Pleno, mientras que el presidente Durán replicaba que el Pleno estaba “perfectamente constituido y la Mesa perfectamente legitimada".

Después se incorporarían a la ‘tangana’ las diputadas populares Carmen Crespo y Esperanza Oña –esta última muy enfadada con Durán porque le cortaba el micrófono– y el diputado socialista Mario Jiménez. Este gesticulaba ostentosamente contra la conducta del PP y desde la bancada popular se calificaba de “antisistema” a los socialistas.

Más tarde el Grupo Socialista emitía una nota acusando a "los diputados del PP de montar un numerito y de intentar impedir la celebración de la sesión plenaria con gritos y aspavientos, algo que es una absoluta falta de respeto para todos los ciudadanos que estaban presentes en la Cámara y para los que nos siguen desde sus casas".