¿Está Andalucía incumpliendo la severa regla de gasto impuesta por el Gobierno central? El Ministerio de Hacienda asegura que esta y otras nueve comunidades autónomas han incumplido la regla y las ha conminado a volver al camino recto. Sin embargo, a la Consejería de Hacienda de la Junta no le salen las mismas cuentas que a Cristóbal Montoro: es más, su titular María Jesús Montero asegura que no ha conseguido saber exactamente de dónde se saca el ministro esas 7 décimas –el 2,8 por ciento en vez del tope del 2,1­- de exceso de gasto en que habría incurrido Andalucía en 2017.

La bicha de los alcaldes

La dichosa regla de gasto, que también lleva de cabeza a muchos ayuntamientos que pese a tener excedente presupuestario no pueden gastar el dinero que han sabido ahorrar, estipula un crecimiento máximo del desembolso de las administraciones públicas del 2,1 por ciento en este ejercicio, pero su cómputo no está del todo claro.

Al menos no lo está en absoluto para la consejera Montero, que ayer vinculó el requerimiento enviado por Hacienda a las CCAA con el drástico recorte de inversiones impuesto al Ayuntamiento de Madrid para 2018 por haber incumplido esa regla de gasto. El recorte en el Consistorio de la capital ha provocado incluso una crisis de gobierno, concretada en la destitución por la alcaldesa del titular de Hacienda.

Y para complicarlo todavía un poco más, crecen las sospechas de que Montoro no trata a todos los ayuntamientos con el mismo rasero, puesto las cifras del de Jaén, por cuya circunscripción ha sido diputado, son mucho peores que las de Madrid pero su alcalde, del PP, no ha sido castigado como sí lo ha sido la ‘podemita’ Manuela Carmena.

En busca de pecadores

La consejera andaluza fue muy explícita ayer: "El Gobierno de España no nos ha informado de cuál es la metodología con la que ha calculado ese 2,8 que prevé para Andalucía conforme a la regla de gasto". Montero sospecha que el Ministerio de Hacienda podría estar imputando a Andalucía una parte del gasto del propio Gobierno central y por eso insiste en su ‘inocencia’: "Sin una imputación de gasto añadido por parte del Gobierno de España, la comunidad autónoma cumple de sobra con la regla de gasto".

Queda, pues, por dilucidar si, efectivamente, Montero ha 'pecado' contra el mandamiento de la regla de gasto o si, por el contrario, el 'inquisidor' Montoro está tan obsesionado con la persecución de pecadores que, no hallándolos, ha optado por atribuirles sus propias faltas.

Una regla bajo sospecha

Las quejas andaluzas no son nuevas. En 2016 y para sorpresa de la Administración andaluza, el Gobierno imputó a Andalucía más de 700 millones de un gasto que los Presupuestos de la comunidad no recogían. La consejera intentó sin éxito averiguar de dónde procedía ese gasto. Tal vez de partidas gubernamentales en I+D, especuló ayer Montero.

Y es que mientras que el cálculo de los objetivos de déficit o el pago a proveedores sí está nítidamente reglado y todo el mundo sabe a qué atenerse, la regla de gasto es opaca y el Gobierno ha incumplido su compromiso de crear un grupo de trabajo con las comunidades autónomas para clarificarla.