El anuncio de la exdiputada y exministra Fátima Báñez de su abandono de la política para pasar al sector privado tiene una trastienda política que va más allá de la inicial adscripción de la política onubense al sorayismo: su retirada es consecuencia directa de que el presidente Pablo Casado no iba a contar con ella para incluirla en la candidatura de Huelva al Congreso, circunscripción que ha encabezado en las últimas legislaturas. Báñez ha sido ininterrumpidamente diputada desde el año 2000.

El nombre con el que el presidente del PP suplirá la baja de Báñez es el de Juan José Cortés, padre de la niña Mariluz, asesinada en 2008, y uno de los nombres vinculados al PP que con más ímpetu ha ondeado la bandera de la prisión permanente revisable y el endurecimiento de las penas.

Acercamiento y ruptura

Así lo han confirmado a ElPlural.com fuentes del PP conocedoras del proceso de elaboración de las listas. Las mismas fuentes identifican como punto de inflexión en las relaciones entre Pablo Casado y Fátima Báñez la negativa de ésta a incorporarse al Gobierno andaluz de Juanma Moreno para llevar la cartera de Hacienda.

"No se fía de ella", decían expresivamente las fuentes consultadas, que recordaban que la petición de incorporarse a la Junta no fue de Moreno, sino del propio Casado. La exministra adujo motivos familiares y descartó trasladarse a vivir a Sevilla, lo que habría incomodado al líder del PP.

Tras haber militado en las filas de la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en el congreso del PP que ganó finalmente Casado, este se había preocupado de recuperar a Báñez, al igual que a otros ministros, y en noviembre pasado la propuso para presidir la Comisión de Exteriores del Congreso, un puesto poco problemático y bien remunerado que hasta entonces había ocupado María Dolores de Cospedal.

Poco después, el PP de Juanma Moreno perdía estrepitosamente las elecciones andaluzas pero el batacazo socialista y el ascenso espectacular de Ciudadanos y Vox le abría las puertas de San Telmo. En ese nuevo e inesperado escenario institucional, Casado contaba con Báñez para ser su consejera –probablemente de Hacienda– en el Ejecutivo de Moreno, pero la onubense rechazó la oferta.

Una trayectoria errática

El sustituto será Juan José Cortés, cuya trayectoria en el PP ha sido más bien errática desde que fuera fichado por Javier Arenas tiempo después de la tragedia familiar que supuso la muerte de la pequeña Mari Luz.

Sin embargo, su implicación en un confuso tiroteo en la barriada onubense de El Torrejón, en septiembre de 2011, frenó su hasta entonces vertiginoso recorrido como estrella ascendente en el Partido Popular. Cortés fue absuelto en el juicio celebrado en marzo de 2014, donde sí fue condenado un cuñado suyo que se autoinculpó de los hechos.

Las dotes oratorias de Juan José Cortés volvieron a brillar con intensidad en la última convención del PP, celebrada en enero pasado en Madrid, donde las crónicas relataban que emocionó a los compromisarios conservadores hasta casi ponerlos en pie con su intervención sobre la prisión permanente revisable –“no es inhumana ni degradante”, dijo– y el compromiso del PP con las víctimas.

La aparición más reciente, y polémica, de Cortés fue con ocasión de la muerte del pequeño Julen al caer a un pozo en la localidad malagueña de Totalán. El carismático pastor evangélico acompañó a los padres del niño cuando los servicios de rescate intentaban rescatarlo, aunque un alusión algo zafia a la solidaridad del PP con las familias de víctimas se le volvió en contra y lo obligó a pasar a un discreto segundo plano.