La herida de anoche no se cura con el emplasto de hoy, pero alivia un poco los dolores. El revés sufrido anoche por el Gobierno andaluz al ver devuelto por el Parlamento su Proyecto de Ley de Presupuestos se ha visto parcialmente mitigado esta mañana al quedar aprobado el Proyecto de Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA), más conocida como ley del suelo.

Vox ha vuelto momentáneamente al redil de la mayoría gubernamental de la que hace semanas decidió desertar entre agrios reproches al Gobierno de PP y Cs por no dar cumplimiento a los compromisos contraídos con el partido ultra.

El voto favorable de los de Abascal bastaba para que la importante ley saliera adelante, pero el Ejecutivo autonómico ha contado además con la abstención del PSOE, aritméticamente irrelevante pero de gran valor político, pues envía a los alcaldes socialistas el mensaje de que la ley de suelo puede ser un instrumento útil para el despliegue urbanístico y económico de sus municipios.

PP y Cs ya contaban con esa abstención socialista, una posición que de hecho estaba inicialmente en los planes de Susana Díaz antes de ser sustituida por Juan Espadas al frente del PSOE. Han votado en contra de la ley Unidas Podemos por Andalucía y los diputados no adscritos procedentes de Adelante Andalucía.

La del suelo no es precisamente una ley cualquiera. La acelerada tramitación del proyecto, muy criticada por la oposición, evidencia las prisas del Ejecutivo para que estuviera lista antes de fin de año. Para el Gobierno de Juan Manuel Moreno era la ley más importante de cuanto resta de legislatura: lo bastante trascendental, por cierto, como para que el presidente pueda precipitar el calendario electoral sin un menoscabo irreparable de su programa electoral.

El proyecto ya fue debatido el pasado 27 de mayo en el Parlamento, pero fue devuelto al Gobierno porque Vox decidió abstenerse ante la enmienda a la totalidad presentada por Unidas Podemos por Andalucía, que el PSOE respaldó. Aquella deserción de Vox tenía poco que ver con el contenido de la ley: el motivo real fue la acogida por parte de la Junta de 13 menores inmigrantes no acompañados que habían entrado ilegalmente a Ceuta con la complicidad de Marreucos.

Y tampoco el voto socialista de mayo favorable a la enmienda de UPporA parecía estar vinculado a la ley que hoy han apoyado. Más bien, el PSOE de Díaz aprovechó la apurada situación en que Vox había puesto al Ejecutivo de Moreno para evidenciar su soledad parlamentaria.

Hoy, la votación del dictamen del proyecto de ley se ha realizado de manera separada, de forma que dos puntos del artículo 22, referidos a actuaciones en suelo rústico, se han votado, a petición del PSOE, aparte del resto del dictamen, al no haber alcanzado los socialistas un acuerdo con el Ejecutivo en relación a dicho artículo.

De este modo, el PSOE ha votado en contra del párrafo final del artículo 22.2 y del artículo 22.5, que ha sido transaccionado con Vox, mientras que se ha abstenido en el resto del dictamen. El principal objetivo de la nuev ley del suelo es una simplificación drástica de la tramitación administrativa de los desarrollos urbanísticos de muchos municipios, aunque en UPporA temen que tal reducción de controles favorezca un regreso descontrolado del ladrillo.