Los desalojos y las normas que los amparan no tienen rostro humano ni sensibilidad alguna. Según informan hoy distintos medios el Juzgado de Primera Instancia número 22 de Sevilla ha dictado para el próximo viernes por la mañana una segunda orden de desalojo sobre Juan Bautista, un anciano de 80 años de edad, de aspecto frágil y que vive en un piso del centro histórico de la capital hispalense, concretamente en la calle Macasta. El anciano fue denunciado por el propietario de la casa por no haber podido hacer frente al pago de varias mensualidades del alquiler de su vivienda.

Desalojo el viernes
La orden de desalojo, de no impedirse o anularse, está prevista para el próximo viernes a las 09,00 horas. En una ocasion anterior, el pasado 23 de septiembre, esta orden fue anulada pero ahora se teme que el desalojo realmente si se produzca, ha augurado Cristina Honorato, toda vez que la orden de desalojo prevista para esa jornada. Desde distintos colectivos y fuerzas, entre ella el grupo Participa del Ayuntamiento de la capital andaluza, se está registrando iniciativas para promover una concentración con el objeto de parar pacíficamente el desalojo.

Soluciones desde el Ayuntamiento
Desde el ayuntamiento que preside el socialista Juan Espadas, se ha dado orden para reforzar los protocolos de actuación de tal manera que se ponga a disposición del ancioando y de dos personas más también con orden de desalojo, los recursos adecuados que para estos caso tiene el ayuntamiento sevillano. De hecho uno de estos tres afectados cuenta con una plaza reservada en un centro de acogida al que ya ha dicho que acudirá si fuera necesario. También se dispone de una plaza en una residencia destinada a personas en vías de exclusión social..

El arrendador, con numerosos pisos en el centro, se niega a una solución pactada
Se da la circunstancia de que el propietario de las las viviendas del número 3 de la calle Macasta, donde se ubica la de Juan Bautista y otro vecino, son propiedad de la misma persona. Este particular posee numerosos pisos y casa en esta zona del casco histórico de Sevilla. Varios de los afectados han indicado que el propietario no quiere llegar a acuerdos y que han intentado abonarle, pero que se niega a dar una solución al problema. p