La denuncia por presuntas irregularidades en la privatización del Club de Vela de Calanova incluye sospechas de que pudiere ir ligada a la reconversión de un antiguo aparthotel, junto al puerto. El complejo hotelero se transformó en viviendas de lujo, un año antes de que la conselleria de Carlos Delgado durante el govern de Bauzá adjudicara la explotación de Calanova a la sociedad Port Olímpic, S.L.

La Fiscalía Anticorrupción ha abierto diligencias para investigar la privatización del muelle a favor de dicha sociedad, un proceso que en su día generó no pocas protestas por cambiar radicalmente la configuración del tradicional club de vela. Precisamente las personas que han presentado la denuncia ante Fiscalía, han sido vecinos molestos de la zona de Sant Agustí. En ella se acusa al exconseller Delgado de haber beneficiado presuntamente a un socio de su despacho con la concesión del club. También se apuntan supuestas irregularidades a una constructora de Madrid, a la que se le adjudicó la reforma de las instalaciones. El hermano de Delgado también está bajo el punto de mira, por su participación como notario en la constitución de la sociedad adjudicataria en la que supuestamente, se podrían haber producido irregularidades en las ampliaciones de capital.

La investigación trata de dirimir como punto principal si Carlos Delgado podría haber adjudicado la concesión de Calanova a su socio y a la vez abogado de confianza.

El que fuera secretario general técnico de la Conselleria, Joaquín Legaza, también podría estar implicado en las presuntas irregularidades.

Agentes de la policía judicial de la Guardia Civil acudieron el pasado viernes a la oficina de Ports de les Illes Balears (entidad dependiente de la conselleria de Territorio) para recabar documentación de este expediente. Los agentes se llevaron los originales, y no fotocopias como suele ser habitual en estos casos.

Delgado firmó en octubre de 2013 la adjudicación a Port Olímpic Calanova SL, cuando era simultáneamente Conseller de Turismo y presidente de Ports de les Illes Balears. La concesión tiene un plazo de veintinueve años y el canon anual acordado fue de 748.000 euros más IVA.

Los vecinos y antiguos usuarios del club acogieron con mucho malestar esta decisión, ya que trastocó totalmente la fisonomía del puerto y de sus actividades. Los niños que antaño se formaban en la escuela de vela _denuncian_, han dado paso a los amarres para grandes yates y embarcaciones de lujo. Hay quienes piensan que la reforma del Calanova obedecía a un proceso conjunto de reconversión de un antiguo aparthotel en un complejo de viviendas de alto standing, con la connivencia supuesta de la cúpula de la conselleria de Turismo.

Cabe recordar que en su momento otras empresas concursantes, como Alcudiamar o Curvas Sports, denunciaron irregularidades en la adjudicación de puntos y que la mesa había admitido un nuevo estudio de la empresa ganadora cuando ya no era posible presentar más documentación, o sea, fuera de plazo.