Para hacer una melé se necesitan  mínimo 16 personas, corría el año 2000 y en Baleares solo quedaban 15 licencias de rugby, que pertenecían a los jugadores de el Toro Rugby club, no había nadie más para hacer la melé, todos los clubes y competiciones de las islas habían quedado arrasadas unos pocos años atrás a causa de enfrentamientos internos y gestiones poco acertadas, la Federación Balear estaba con un expediente a punto de ser disuelta por el Govern Balear, los campos de rugby de Son Ferrer, Son Bonet, el colegio Skal y las instalaciones de la UIB en la Antoniana habían dejado de alojar a los equipos de rugby que fueron sustituidos por el fútbol.

Esas 15 personas, apasionados del rugby, entendieron que necesitaban sumar como mínimo a uno más, 16 para hacer una melé, y que era mejor ayudar a crear más equipos rivales para poder jugar competiciones en todas las islas y de todas las categorías del rugby masculino y femenino que quedarse lamentando la situación sentados en una grada o en la barra de un bar, a ellos todo mi reconocimiento, esa historia y parte de la de los años venideros del rugby, un poco más de la mitad, los viví en primera persona, ya que me tocó dirigir y capitanear a ese grupo que empezó a crecer por todas las islas, al que se sumó más gente comprometida, y nuevos presidentes federativos me dieron el relevo, y como no, todos buscando un espacio digno donde poder jugar, eso era y es esencial.

Hoy 16 años después una de las asignaturas pendientes del rugby Balear es el campo de Palma. Casi un millar de personas se han dado cita para hacer visible una necesidad, una reivindicación festiva a través de una melé multitudinaria, que quiere hacer ver lo mucho  que ha crecido el rugby en Palma y en todas las islas, campaña de promoción tras campaña, abriendo el rugby a todas las personas sin distinción de origen, sexo, credo y convicción, ofreciendo a todas un poco de diversión, amistad , compañerismo,  respeto, esfuerzo, tenacidad, y espíritu de equipo, con gran sacrificio las ligas de las diferentes categorías están funcionando,  tenemos equipos y árbitros, que han pasado por las categorías nacionales, jugadores internacionales y nuestros programas en las categorías inferiores y nuestros técnicos han recibido los máximos galardones federativos a nivel nacional al igual que algún directivo a nivel internacional.

En concreto en Palma el rugby lleva desde hace más de una década adaptándose a las dificultades, pero creciendo y respondiendo con amplias campañas de rugby escolar, con  diez núcleos de escuelas municipales de rugby que gestiona la FBR, y con dos clubes el Ponent R.C. y el Shanrock R.C. que sobreviven  y crecen gracias al fervor de sus integrantes, dos clubes integrados por cada día más personas ,  más escuelas, más familias y más ilusión.

 Otros clubes de Palma han emigrado a otros municipios en busca de instalaciones como es el caso del Bahia R.C. y otros se han quedado en el camino como el Ca de Bou R.C.

Ahora es el momento de retomar el proyecto del Campo de rugby de Germans Escalas, que se inició en la temporada 2010-11 y que quedó truncado por el cambio político en las instituciones, el PP lo enterró en un cajón, es un proyecto que mejora una instalación que ahora cumple 25 años y que no ha recibido ninguna reforma estructural para adaptarse a los nuevos tiempos y necesidades, como es el caso del rugby, ahora es el momento de Palma.

En el rugby todas las personas tienen la ilusión de sumar a uno más a la melé.