UGT y CCOO se sienten satisfechos. No ha sido fácil: han hecho falta más de una docena de reuniones y una amenaza creíble de huelga en temporada alta, pero finalmente la patronal del potente sector de la hostelería de la Costa del Sol ha aceptado firmar un nuevo convenio que afectará a cerca de 85.000 trabajadores y que, en cierto modo, marcará la pauta de futuras negociaciones en otros territorios.

Una novedad importante del principio de acuerdo, a la que se resistía mucho la patronal, es que el convenio engloba al personal externalizado como las camareras de piso –conocidas como ‘kellys’–, que durante la crisis han visto dramáticamente precarizadas sus condiciones laborales.

Maratón negociador

El último esfuerzo negociador fue maratoniano: la reunión entre UGT y CCOO, por una parte, y la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), por otra, arrancaba hasta las cinco de la tarde de ayer y no concluía hasta bien entrada la madrugada.

Para los sindicatos era crucial el blindaje de los trabajadores del sector –camareras de piso, camareros de restauración, cocineros y recepcionistas de hoteles– contratados en servicios externalizados. Este convenio permitirá combatir eficazmente una práctica empresarial que se ha venido generalizando en los últimos años: la subcontratación en condiciones laborales escandalosamente situadas por debajo del convenio del sector.

Los sindicatos creen que el porcentaje de externalización –que llega al 85 por ciento de la plantilla de los hoteles– bajará significativamente a partir de este convenio.