Primero enfadó a los jueces de Sevilla y ahora ha enfadado a los fiscales de toda España. El Pleno del Consejo Fiscal ha rechazado de forma unánime las manifestaciones efectuadas ayer por la magistrada Mercedes Alaya que dijo que entregar las investigaciones a la Fiscalía en un procedimiento contra la corrupción sería "como tener al lobo metido dentro del gallinero".


Mercedes Alaya, que fue instructora del caso de los ERE falsos en Andalucía, declaró en una comida coloquio organizada por el Club Siglo XXI que entregar las investigaciones a la Fiscalía "sería un hachazo a la independencia judicial" porque por ejemplo en un procedimiento contra la corrupción sería "como tener al lobo metido dentro del gallinero".


Al servicio del Gobierno

No obstante aclaró que "la culpa no es de los fiscales" sino de la "obediencia debida" que funciona en el Ministerio Público.
Estas manifestaciones "suponen un absoluto desconocimiento de nuestra institución y ponen en entredicho, con el menosprecio que las mismas lleva implícito, la objetividad e imparcialidad del Ministerio Fiscal y de sus integrantes", señala el Consejo Fiscal, según informa la Fiscalía General del Estado.

En ese coloquio, donde la juez quitó hierro a la condena del PP en el caso Gürtel y cosechó grandes aplausos, también calificó de “ilegal” el procedimiento de concesión de las ayudas de los ERE, aunque el juicio que se celebra en la Audiencia de Sevilla desde el mes de diciembre tiene encomendado justamente esclarecer si dicho procedimiento era o no ilegal.

También el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Lorenzo del Río, pidió ayer a la jueza "prudencia" en sus declaraciones, en las que echa en falta alguna “autocrítica” y que contienen “acusaciones generalizadas a diversos colectivos, lo cual no beneficia al sistema judicial”.

Jueces enfadados

Ya el pasado 24 de mayo, hubo otra comunicación pública desde la carrera judicial contra manifestaciones hechas por Alaya. La Junta de Jueces de Instrucción de Sevilla trasladó en una nota pública su “profundo malestar” por las declaraciones de Alaya en una entrevista al diario local ABC de Sevilla: "A través de estos comentarios se pone en entredicho, sin ningún motivo, la capacidad y profesionalidad de estos compañeros, y con los que esta Junta de Jueces manifiesta su más absoluto rechazo".

Conocida por llegar muchos días a su despacho bien entrada la mañana y por tener esperando durante horas a imputados y letrados del caso ERE, en esa entrevista la juez acusó a uno de sus compañeros de refuerzo en el caso de los ERE de marcharse del juzgado a la una y media para recoger a sus niños del colegio y marcharse a comer al selecto club Pineda. También dijo que, tras una baja por enfermedad, se incorporó al juzgado pese a que estaba tomádnose 17 pastillas diarias.