La entrevista de la jueza Mercedes Alaya a ABC de Sevilla sigue generado reacciones… y ninguna positiva. La última ha sido la del juez que investigó la trama Gürtel, cuya instrucción acabaría costándole –a él sí– su carrera profesional: a Baltasar Garzón no le ha gustado nada que Alaya interfiera con sus palabras cuando se está celebrando el juicio de los ERE, que ella instruyó. Ni le gusta que hable “a toro pasado” de cosas de las que no habló cuando era el momento.

Desde luego, a Garzón “jamás” se le hubiese ocurrido siendo juez hablar públicamente de las cosas de las que lo ha hecho Alaya: "Hablar a toro pasado y durante la celebración del juicio no me parece oportuno, pero ya somos mayorcitos".

En una entrevista en Canal Sur Radio, el exmagistrado declaraba sobre las opiniones de Alaya en torno al juicio de los ERE: "Me parece una interferencia muy grave, así como muy grave me parece que la jueza instructora opine sobre el caso cuando aún no se ha juzgado".

La juez también denunció en la entrevista que había sufrido presiones de políticos como Alfonso Guerra o Susana Díaz. Tampoco Garzón lo habría hecho: "Si ha habido presión, la obligación de un juez es denunciarla de forma inmediata y soportar las consecuencias si no era tal".