Las dos obras son una torre de copas vacías imitando una custodia en cuyo interior hay un cubata, instalación del colectivo actístico Richard Channing Foundation, y unas cajas de luz exhibiendo tres desnudos de mujer, obra del artista Dionisio González.

Ambas formaban parte de la exposición  ‘25 siglos. La escultura en la colección Cajasol’, que se muestra desde ayer en el palacio Episcopal de Málaga, pero esta institución las ha vetado por considerar que “no son adecuadas” con el recinto propiedad de la Iglesia. La muestra es un recorrido por la evolución del arte de la escultura desde el siglo V antes de Cristo hasta nuestros días.

En el convenio que el Obispado tiene con el Ayuntamiento de Málaga, promotor de la exposición, se especifica que la Iglesia tiene la última palabra sobre el contenido de las exposiciones en el Palacio Episcopal. Responsables de esta institución pidieron retirar ambas obras.

Las razones del Obispado

Unas horas después de abrirse la muestra, el Obispado difundía un comunicado recordando que nunca hasta ahora había retirado ninguna obra y explicando los motivos de hacerlo en esta ocasión: “En el caso particular de la exposición inaugurada, ArsMálaga fue informada de las obras en el momento del montaje, y no antes. En ese momento rogó a la organización la no presentación de dos obras por no encontrarlas adecuadas para el lugar en el que se exponen, decisión que se engloba dentro del acuerdo entre la Diócesis de Málaga y el Ayuntamiento, para que el primero tenga la capacidad de seleccionar las obras a exponer. Dicha petición nace en base a la naturaleza de las obras indicadas y el lugar en el que se muestran”.

El veto episcopal ha molestado al presidente de la Academia de Bellas Artes de San Telmo, José Manuel Cabra de Luna, para quien ninguna de las dos obras tiene intención ofensiva, por lo que más que artistas ofensores habría espectadores que se darían por ofendidos. “Pero no podemos hacer un arte para creyentes y otro para no creyentes”, explicó. Una solución, añadió con sorna en declaraciones a la prensa local, sería que la sala de exposición del Palacio Episcopal “se identifique como espacio para el arte exclusivamente confesional".