“Tiempo de ganar. Igualdad, mejor empleo, mayores salarios y pensiones dignas”. Es el lema con el que los sindicatos de clase salimos a la calle este 1 de Mayo. Este Día Internacional de los Trabajadores, y todas las movilizaciones que protagonizaremos en los próximos meses, tienen más sentido que nunca. Hoy la sociedad tiene claro que las movilizaciones son la palanca necesaria para cambiar las políticas en este país.

Somos conscientes de que nos queda mucho por hacer, esta sociedad necesita avanzar en los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Y lo pelearemos en las mesas de negociación pero también en la calle. Este 1 de Mayo saldremos en manifestación por las calles de Andalucía en defensa de la igualdad, contra la precariedad en el empleo, por la recuperación de los salarios, por los jóvenes, por las mujeres, por los derechos de los refugiados, por los pensionistas… El acuerdo alcanzado por el Gobierno y PNV para subir las pensiones está lejos de lo que queremos y de lo que este país necesita. Sólo es un parche. UGT no aceptará ningún acuerdo que no incluya recuperar la revisión automática de las pensiones, la subida de las pensiones más bajas hasta los 1.000 euros y la eliminación del factor de sostenibilidad que pretende rebajar la pensión un 30% en los próximos años.

España es un país en crecimiento y ese dinero hay que repartirlo, debe llegar a la clase trabajadora por la vía del empleo digno y el aumento de los salarios. Es hora de que los sueldos suban y las familias recuperen el poder adquisitivo perdido durante la crisis. En la actualidad 312.100 hogares andaluces tienen a todos sus miembros en situación de desempleo y 290.500 hogares no perciben ninguna renta, no entra ni un euro.  Se trata de 172.800 y 204.500 hogares más, respectivamente, de los que había en esa situación antes del impacto de la crisis. Y ya es hora de revertir esas cifras. El Gobierno debe poner en marcha planes específicos para la creación de empleo, de empleo de calidad. Como en otras salidas de crisis en España, los empleos temporales son los que más crecen y la tasa de temporalidad no para de crecer (26,7%, casi cinco puntos más que en 2013). Y la causa de este uso excesivo de la contratación temporal es el incumplimiento generalizado de la ley por parte de las empresas que realizan contratos temporales para cubrir puestos de naturaleza indefinida. Se trata, en consecuencia, de una situación de fraude masivo amparado en la ausencia de penalizaciones y de controles efectivos.

Pero no solo la temporalidad del empleo ha empeorado, temporalidad por cierto involuntaria, un 57,3%  de los trabajadores así lo declaran. Las reformas laborales de 2010 y, sobre todo la de 2012, han promovido además una precariedad generalizada al aumentar los contratos “a llamada”, a merced de lo que quiera el empresario, ya sean horas o días sueltos, lo que hace imposible cualquier tipo de conciliación; con sueldos irrisorios y en condiciones más baratas para el empleador. Además han aparecido nuevas formas laborales que están generando condiciones de trabajo incluso peores porque burlan las garantías mínimas que establecen los convenios colectivos, como las empresas de multiservicios, y expulsan a los trabajadores y a las trabajadoras del sistema básico de derechos laborales o de protección social (falsos autónomos, freelance, plataformas digitales…).

Es hora de que los sueldos suban y las familias recuperen el poder adquisitivo perdido durante la crisis. Es fundamental que los sueldos más bajos crezcan y que se sitúe una barrera de 1.000 euros de salario mínimo por convenio colectivo. La patronal y el Gobierno deben asumir esta reivindicación, tan justa como necesaria. Ha llegado el momento de que los españoles en general, y los andaluces en particular, recuperen su calidad de vida, que se ha deteriorado durante todos estos años de crisis. En UGT nos hemos propuesto lanzar una creciente movilización laboral y social, que obligue tanto a las patronales como al Gobierno, y a los grupos parlamentarios que le dan soporte en el Parlamento, a abordar las reformas necesarias en materia de negociación colectiva y de empleo de calidad. Este 1 de Mayo solo es el inicio. La movilización continuará hasta que este país recupere todo lo perdido como consecuencia de las políticas de austeridad adoptadas con la excusa de la crisis.