Acompañó el tiempo y acompañó el músculo organizativo de la plataforma de Justicia Salarial de Policías y Guardias Civiles (Jusapol). Entre 10.000 y 20.000 agentes –hasta 70.000 según el generoso cálculo de la organización– recorrieron la ronda histórica de Sevilla desde el Parlamento andaluz, que el día anterior había hecho una declaración institucional de apoyo a sus reivindicaciones, hasta la plaza de España, sede de la Delegación del Gobierno central en Andalucía.

Llegados en vehículos particulares y en decenas de autobuses de diferentes provincias y agrupados bajo los lemas ‘Equiparación ya’ y ‘En esta familia nadie lucha solo’, los manifestantes reclamaron al ministro del Interior y exalcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, la equiparación salarial con sus compañeros de las policías autonómicas de Cataluña, Navarra y el País Vasco, que en la escala básica ganan unos 600 euros brutos más que agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

Mucha gente joven

El ambiente a las puertas del Parlamento andaluz era de reivindicación, pero también confiadamente festivo. Había bastantes banderas de España, muchas incluso, pero no muchísimas. La media de edad de los manifestantes no estaría mucho más allá de los 30 o 35 años: muchos agentes jóvenes aunque también veteranos, esposas, padres, niños…

Abría la marcha un centenar largo de motocicletas de buena cilindrada arrastrando gavillas de globos de verdes y azules, inmediatamente después un potente camión sin remolque y tras él una furgoneta con altavoces donde sobresalía la figura festiva del ‘superhéroe Jusamán’, sobre el cual flotaba un zepelín blanco con el logo de la plataforma convocante. Policías y guardias civiles también han aprendido a mejorar la escenografía en sus concentraciones.

Marketing y política

Pero los 'polis' no solo entienden de marketing, a lo que parece también entienden de política. Han comprendido que ha llegado su momento. La exigencia de equipararse es antigua, pero solo ahora podrán arrancársela al Gobierno.

Es buen momento porque confluyen varias circunstancias: Ciudadanos ha hecho suya la bandera de una equiparación salarial que el PP no puede desoír, primero porque su electorado la comparte y segundo porque el partido de Rivera le pisa los talones en las encuestas.

A esta circunstancia se une el conflicto catalán, que también opera a favor de policías nacionales y guardias civiles: la impresión generalizada en gran parte de los ciudadanos de que los Mossos no han sido del todo leales a su promesa de defender la Constitución ha disparado las simpatías populares hacia quienes, por ejemplo, se tuvieron que ‘comer el marrón’ del 1 de Octubre… y encima cobrando 600 euros menos al mes.

Cuestión de tiempo

Le guste o no le guste al ministro de Hacienda y le guste o no le guste al ministro del Interior, esta batalla la ganarán policías y guardias civiles. Es cuestión de tiempo, aunque no de mucho tiempo. De hecho, Juan Ignacio Zoido, bastante más diligente que en otras ocasiones, se comprometió a mediados de enero a hacer efectiva la equiparación: 1.500 millones de euros en tres años. ¿Se fían los agentes de la palabra del ministro? Sí y no. Sí pero no las tienen todas consigo. Si las tuvieran no seguirían manifestándose.

Portavoces de Jusapol se han quejado de que el ministro Montoro pretende rebajar la promesa de Zoido y dejar en 600 millones lo que hace 15 días eran 1.500. “Es un insulto”, afirman. Zoido se juega el puesto de ministro si Montoro le tuerce el pulso en esto.

Políticos en la manifestación

Aunque no fueron protagonistas, en la manifestación hubo también políticos: por el PSOE, el portavoz Mario Jiménez, la vicepresidenta segunda del Congreso, Micaela Navarro, o la secretaria general del PSOE sevillano, Verónica Pérez. Por Ciudadanos, su presidente Juan Marín entre otros y por Izquierda Unida el coordinador provincial de IU, Manuel Lay.

Y por el PP, nada menos que la portavoz parlamentaria, Carmen Crespo, la presidenta del partido en Sevilla, Virginia Pérez, el líder del grupo municipal en el Ayuntamiento hispalense, Beltrán Pérez, y varios diputados y concejales. Dado que hasta el PP los apoya, ¿cómo podría Zoido negarles lo que piden? Lo dicho: simple cuestión de tiempo