“Hemos eliminado este vídeo porque infringía la política de YouTube sobre desnudos y contenido sexual”. Es la leyenda que, desde esta mañana, aparece en el ordenador cuando se intenta acceder al vídeo de la campaña contra el acoso callejero a las mujeres que ha puesto en marcha el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) bajo el epígrafe #NoSeasAnimal.

El vídeo eliminado

Fuentes del IAM han confirmado a EL PLURAL que, en efecto, la plataforma de distribución de contenidos audiovisuales había bloqueado el vídeo institucional tras recibir un determinado número de quejas y denuncias. Las mismas fuentes trasladaron su convencimiento de que YouTube incorporararía de nuevo –como así sucedió– el vídeo a la red, tras comprobar que nada de su contenido contraviene código ético alguno.

El IAM asegura desconocer los motivos exactos por los que la plataforma ha suprimido el vídeo. “Tal vez por el hecho de utilizar la metáforas de los animales para denunciar el acoso”, aventuraron las fuentes consultadas, que se mostraron convencidas de que la campaña es idónea para conectar con los chicos a los que va dirigida.

La fauna callejera

El lema #NoSeasAnimal va acompañado de gráficos con una metáfora con perfiles de los diferentes tipos de fauna callejera: el gallito que dice piropos a unos metros de distancia; el cerdo que grita barbaridades; el buitre que está al acecho; el pulpo que se pega cada vez que puede; el búho que no te quita ojo de encima.... Todo ello cerrado con los mensajes: "Estos comportamientos no son propios de personas"; "Ayúdanos a que la fauna callejera se extinga" y "El acoso callejero es una forma de violencia machista". Con el lema #NoSeasAnimal, la campaña se difundirá a través de imágenes, gifs, un spot y cuñas de radio a través de redes sociales y medios de comunicación. 

La directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Elena Ruiz, y el director del Instituto Andaluz de la Juventud (Francisco Pizarro), recordaronesta semana en la presentación de la campaña que el acoso callejero es la práctica "machista y sexual más comúnmente aceptada", que favorece la situación de vulnerabilidad sexual de las mujeres. "Se trata de comentarios sexuales explícitos o implícitos que los hombres hacen cotidianamente a las mujeres en las calles, sin ver en ello violencia", y que van desde el piropo que cosifica hasta la realización de fotos o los roces en transportes públicos.

Críticas conservadoras

Entre los críticos de la campaña de la Junta se incluye el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, para quien el piropo, si es respetuoso, no debe ser perseguido: “Si los piropos son para halagar y respetan a todo el mundo no se me ocurre cómo se pueden prohibir y si son ofensivos me parece bien que se puedan denunciar”.

La original campaña ha recibido duros reproches desde posiciones conservadoras, para las cuales la Junta propone una especie de “sobreprotección” de las mujeres que estaría fuera de lugar, ya que “no todos los piropos son groserías”, como daría a entender la campaña.

¿Piropos o algo más?

“A muchas mujeres nos gustan los piropos”, argumentan en esos círculos, siguiendo la línea del manifiesto de mujeres francesas que rechazan por excesiva la campaña MeToo de las actrices norteamericanas contra el acoso masculino.

Desde la Junta insisten en que el lenguaje utilizado, identificando ciertas conductas con determinados animales, resulta muy familiar para los jóvenes y adolescentes, que saben perfectamente de qué se está hablando en la campaña y por qué determinadas actitudes masculinas pueden ser tipificadas como acoso aunque no entrañen una violencia explícita.