No va a dimitir. Digan lo que digan los partidos de la oposición. No obstante, se ha apresurado a rectificar y pedir disculpas por haber dicho, en un encuentro informal pero tenso con vecinos de Pedrera, lo siguiente: "¿Cómo queréis que os lo diga ya? A mí también me gustaría ver a gente fusilada. ¿Queréis que lo diga más? A mí me gustaría ver a gente fusilada, ¿pero entonces qué hago yo?".

En ese encuentro el alcalde de Pedrera, Antonio Nogales (IU), estaba intentando calmar los ánimos de un grupo de vecinos enfurecidos con miembros de la comunidad rumana de la localidad a los que acusan de sembrar la inseguridad en el pueblo. A raíz de un incidente de tráfico el pasado fin de semana en el que se vieron involucrados tres rumanos y una pareja del pueblo, vecinos del pueblo volcaron en plena calle varios coches de los inmigrantes.

Nogales admite que se equivocó en el tono y que no midió bien una expresión que pretendía ser irónica. En declaraciones a Onda Cero se retractaba de esta forma: "Pido disculpas, fue un error fruto de los nervios, lo que dije no tiene nada que ver con lo que realmente pienso".

El PSOE exige la dimisión

Aun así, el vicepresidente de la Junta y consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, ha exigido al coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, que salga a dar explicaciones: “Ya está tardando en hacerlo” un líder al que tanto le gusta "dar lecciones morales a los demás".

Y también el PP ha metido baza en la polémica, pero en realidad para cargar contra los socialistas. La secretaria general del PP-A, Loles López, ha dicho que el presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán dijo cosas similares antes de llegar al cargo y fue "premiado" con la Presidencia de la Cámara: “Dijo que lo único que quería hacer la derecha era fusilar".

Nombre y apellidos

En una rueda de prensa este jueves en la Diputación de Sevilla, Nogales se ha quejado de quienes en el pueblo están sembrando la discordia y azuzando a los vecinos contra los inmigrantes, al tiempo que ha amenazado con “poner nombre y apellidos políticamente a los que han creado el caldo de cultivo” para que sucediera lo que ha sucedido. El alcalde apuntó directamente al PSOE, “aunque no solo a ellos”, como responsable del “constante goteo de bulos” que están envenenando la convivencia en Pedrera.

Pese a las reclamaciones de dimisión por parte de dirigentes socialistas y a la exigencia de explicaciones por parte del vicepresidente de la Junta de Andalucía, no puede decirse que Nogales tenga ‘antecedentes penales’ en materia de xenofobia, más bien todo lo contrario.

Pedrera no es racista

También se ha quejado con tristeza del intento de “tergiversar sus palabras” y ha puesto en valor su gestión para que el pueblo volviera “a la cordura” tras un fin de semana particularmente tenso, hasta el punto de que varios rumanos detenidos en el cuartelillo de la Policía Local tuvieron que ser trasladados a la localidad de La Roda para conjurar el riesgo de linchamiento.

Nogales ha salido, además, en defensa de la comunidad inmigrante, recordando que se volcaron coches “de rumanos que llevan 15 años en el pueblo” y que nade tenían que ver con el incidente de tráfico y la pelea desencadenada tras el mismo. “Pedrera no es racista y no hay ningún problema de convivencia", subrayó.

El incidente

El origen del conflicto fue un accidente de tráfico de escasa consideración ocurrido el sábado 6, en el que se vieron implicados un vehículo en el que viajaban tres ciudadanos rumanos y otro donde iba una pareja de Pedrera. A raíz del altercado la Guardia Civil detuvo a los rumanos por un delito de lesiones leves; posteriormente, también fueron detenidos tres vecinos de la localidad sevillana, puestos más tarde en libertad.

Tras el choque hubo una discusión entre los usuarios de los vehículos que terminó con la agresión de los ocupantes de uno de los coches implicados al conductor del otro vehículo, vecino de la localidad. A raíz del incidente se produjo una concentración espontánea en las dependencias de la Policía Local en la que se encontraban detenidos los responsables de la agresión, que tuvieron que ser trasladados al cuartel de La Roda, aunque ello no frenó las iras de los vecinos, que volcaron tres vehículos de ciudadanos rumanos.