Lo que inicialmente parecía un suicidio pudo ser otra cosa. Eso es al menos lo que cree el hermano del inmigrante fallecido el pasado viernes en el centro penitenciario de Archidona, aún sin inaugurar y que, con fuertes críticas de las ONG al Ministerio del Interior, está operando como Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE). El fallecido era una de las 519 personas que fueron realojadas en el centro malagueño el pasado 20 de noviembre tras llegar a costas murcianas.

Andalucía Acoge, que quiere personarse en la causa como acusación popular, ha exigido acceder a las cámaras de vídeo de la prisión y que no sean trasladados o deportados los compañeros de celda del joven que apareció ahorcado en ella. El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha pedido al presidente del Gobierno la clausura inmediata del CIE de Archidona y la destitución del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.

Un suicidio inverosímil

Ahmed, hermano de Mohamed Bouderbala, aseguró ayer que su hermano no estaba deprimido y era una persona deportista “muy alegre y muy positiva” de quien nadie pensaría que planeaba suicidarse. Ahmed también denunció que los inmigrantes pasaban frío y se quejaban de la falta de comida, pero que la última vez que vio a su hermano no dio muestras de tener motivos para quitarse la vida. Por eso, pidió una investigación exhaustiva del caso y poder ver el cadáver.

En la rueda de prensa de Ahmed estuvieron presentes miembros de la Plataforma Ciudadana contra el CIE, que también exigen saber qué ha sucedido y cómo fue posible un suicidio en un centro bajo custodia del Ministerio del Interior y la Policía Nacional. La semana pasada, Cáritas Diocesana de Málaga y la Delegación Diocesana de Migraciones también exigieron que se se aclare lo sucedido y que "todas las personas sean tratadas con la misma dignidad y derechos".