Las explicaciones posibles de lo sucedido ayer en la corriente Anticapitalistas de Podemos, donde son figuras relevantes la coordinador andaluza Teresa Rodríguez y el alcalde de Cádiz José María González ‘Kichi’, son varias.

Lo sucedido fue que los Anticapis emitieron un comunicado que, tal vez para sorpresa de algunos de ellos mismos, fue interpretado como un respaldo inequívoco a la República Catalana, proclamada el viernes por el Parlamento de Cataluña e impugnada por el Senado, el Gobierno y la Fiscalía.

Apenas media hora después, Podemos Andalucía emitía un comunicado oficial pero firmado por Rodríguez y González, para decir que se “desmarcaban” de la posición oficial de Anticapitalistas. Por ahora, Podemos Andalucía guarda silencio y ha aplazado a mañana su habitual rueda de prensa de los lunes. Mientras, buena parte de sus votantes andaluces deben de estar sumidos en el desconcierto.

Preguntas y conjeturas

¿Qué había pasado? ¿Calculó Teresa Rodríguez el impacto que ese comunicado podía tener en la opinión pública? En la reunión de Anticapitalistas que aprobó ese texto, ¿defendió Rodríguez un texto alternativo, más suave que el que finalmente salió adelante? Si fue así, ¿por qué la líder de Podemos no respetó la decisión democrática de la mayoría y se desmarcó de ella? ¿Calculó la propia corriente de los Anticapis los riesgos electorales que entrañan para Podemos Andalucía y Podemos Cádiz respaldar el secesionismo?

Fuentes conocedoras de las interioridades de la formación morada recuerdan que “los Anticapis siempre han estado muy cercanos a apoyar la independencia” y hasta aventuran que “si Teresa tuviera que elegir entre Podemos y Anticapis, elegiría a estos últimos”.

Esta última conjetura no parece cuadrar con el desmarque de ayer. Rodríguez se ha afianzado como líder de Podemos Andalucía, ganó holgadamente las primarias y es consciente de que una posición territorial claramente afín al secesionismo –y el comunicado de los Anticapis lo era– podría tener un elevado coste electoral, sobre todo en Cádiz, donde los morados podrían perder la valiosa Alcaldía.

¿Grietas en el grupo parlamentario?

En principio, Teresa Rodríguez controla el aparato de Podemos sin problema. Su liderazgo es indiscutible y los resortes orgánicos están bajo control. Muy distinto es el caso del grupo parlamentario, donde hay profundas diferencias, pues se configuró con gente afín al errejonista Sergio Pascual y a otros sectores ajenos al núcleo duro actual. De no haberse desmarcado Rodríguez del comunicado secesionista, parlamentarias como Begoña Gutiérrez, Carmen Lizárraga o Esperanza Gómez probablemente habría roto su silencio.

De la gravedad de la situación interna daba cuenta este mismo lunes el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, para quien el sector anticapitalista está "políticamente fuera de Podemos" por reconocer la "nueva república catalana". La formación morada no es "independentista", ha remachado Iglesias.