Va ya para diez años que un colectivo "okupó" un inmueble de titularidad municipal en el centro de Málaga. Se trata de la conocida como Casa Invisible. Dos años antes, en 2005, el Ayuntamiento de Málaga, gobernado por el PP, había incoado expediente de expropiación a esta casa situada en la calle Nosquera para dedicarlo a un centro de emprendimiento que iba a impulsar una empresa pública y municipal. Tras ser llevado este asunto al Supremo y con un coste de casi 4 millones de euros para el Ayuntamiento, la casa pasa a ser propiedad de éste.

Edificio "okupado"

Posteriormente el edificio es ocupado y convertido en un centro de cultura con una rica y variada actividad: La Casa Invisible comienza a ser cada día más conocida y reconocida por los sectores de la sociedad malagueña, jóvenes y mundo de la cultura alternativa que la disfrutan. Al mismo tiempo ofrece un servicio como bar a precios muy comedidos. La casa se llena de vida. Tal es su servicio que en 2011 el Ayuntamiento del Partido Popular rubrican un convenio de cesión del edificio al colectivo.


¿Vinculaciones con Podemos?
Los problemas urgen cuando años después es el propio 
Ayuntamiento quien procede a clausurar el inmueble por deterioro del edificio. A pesar de ello la casa sigue funcionando como centro de cultura y de bar. Con ello comienzan las primeras críticas que sospechan de una dudosa relación entre el equipo de Gobierno del PP y el colectivo. Al mismo tiempo se la asocia a Podemos. A fecha de hoy la actividad continúa y con ello también la polémica.

Laboratorio de experimentsación cultural
Los gestores de la Casa Invisible la definen como Centro Social y Cultural de Gestión Ciudadana que nace por iniciativa de "una amplia red de ciudadanxs, vecinxs y creadorxs que decidimos llenar de vida un hermoso edificio de propiedad municipal que se encontraba en estado de abandono". El objeto, entre otros, estimular procesos de autoorganización social que fortalezcan las redes y movimientos sociales que trabajan por la justicia social; crear un laboratorio de experimentación cultural protagonizado por creadorxs locales y basado en criterios de cooperación, producción colaborativa y cultura libre; propiciar trayectos de formación en distintos ámbitos (ciencias sociales, política, tecnología, arte y creación, etc.) que fomenten el pensamiento crítico, el empoderamiento ciudadano, la creatividad social y la acción colectiva". Por último también pretenden "experimentar modelos de gestión ciudadana de equipamientos y bienes comunes que promuevan una radicalización democrática basada en la equidad y la participación directa de vecinxs y ciudadxs en el diseño, elaboración y gestión de las políticas públicas".

Polémica año tras año
Lo cierto es que el centro está instalado en la polémica desde hace años.También es verdad que La Invisible recibe ataques desde distintos sectores que no ven bien su labor. A menudo ha sido objeto de bulos y, en demasiadas ocasiones, se han vertido sobre ésta aseveraciones que son infundadas cuando no falsas. Porque entre otras no verdades se le ha acusado de ser un centro de Podemos controlado por esta formación. Ello no es cierto por el simple hecho de que comenzó a funcionar años antes del nacimiento del partido de Pablo Iglesias. Por tanto la casa es anterior a Podemos. Además de ello existen incluso sectores muy enfrentados tanto en La Invisible como en Podemos.

¿Connivencia con el PP?
En toda esta polémica hay un aspecto muy complejo y poco explicable. Se trata del hecho de que, siendo un edificio con problemas de índole urbanístico y que entraña peligro, así como por la orden de clausura dictada ¿cómo es que el Ayuntamiento del PP lo permite? ¿hay una supuesta connivencia? Y si la hay ¿por qué razones?. Hay quienes afirman que detrás de todo ello está el miedo del PP a enfrentarse a un poderoso movimiento ciudadano. Otros hablan de una posible estrategia de los populares para fomentar grupos alternativos que dividan a la izquierda, especialmente a PSOE e IU.

Denuncia de Ciudadanos
Esa posible connivencia es más sospechosa desde que la semana pasada, y a propósito de una exposición colectiva (“La Guerra, Espacios-tiempos del Conflicto’), se colgara en el exterior de la Casa Invisible una horca confeccionada con una bandera de España con todo lo que está sucediendo en Cataluña. La reacción del Ayuntamiento y del PP ha sido prácticamente el silencio o la crítica testimonial. Curiosamente fue a iniciativa de una denuncia y protesta de Ciudadanos que hasta avisó a la Policia para que la enseña "ahorcada" se retirara. Los socialistas también denunciaron lo sucedido con la bandera así como grupos de vecinos. Incluso, Santiago Abascal, líder nacional de VOX, protestó en las redes sociales asociando a la casa con Podemos.

La Casa Invisible respondió a las protestas que "nuestra vocación siempre ha sido la de abrir las puertas de este espacio a todas las iniciativas y propuestas artístico-culturales basadas en criterios de cooperación, producción colaborativa y cultura libre". Ve tras estas denuncias políticas "la pretensión de acallar cualquier voz no domesticada en Málaga". Por último asumió de manera colectiva la responsabilidad en torno a la polémica obra.

Un pleno "caliente"
La pregunta sigue en el aire: ¿por qué la laxitud del PP con determinados hechos criticables de la Casa Invisible? ¿qué intereses esconde? En el próximo pleno el Partido Popular va a ser conminado a dar respuestas. Ciudadanos va a presentar una moción en la que instará al equipo de Gobierno del PP a que se realice un proceso de libre concurrencia para la gestión de la casa.Va a exigir solvencia para poder hacer frente a las obligaciones fiscales y legales de los gestores del espacio cultural, así como instará a que el coste de la rehabilitación del edificio sea por cuenta del adjudictario. Tal vez ese pleno ayude a despejar ciertas dudas y sospechas. De momento promete polémica.