Desde el pasado 11 de septiembre, celebración de la Diada, en la fachada del Ayuntamiento de Marinaleda solo ondea la bandera independentista catalana. Los otros dos mástiles, donde suelen flamear las enseñas de España, Andalucía o Europa, están vacíos.

Con ese gesto su alcalde, Juan Manuel Sánchez Gordillo, muestra sus simpatías con el proceso independentista de Cataluña y la celebración el 1 de octubre de un referéndum que el Tribunal Constitucional considera ilegal. “Mantendremos la bandera hasta que termine el proceso de independencia”, ha afirmado el alcalde, defensor también de que “Andalucía es tan nación como Cataluña o más”.

El Ayuntamiento de Marinaleda no puede desconocer que la exhibición de dicha bandera en un edifico municipal es probablemente contraria a la ley. Esta misma semana se conocía la sentencia de un juzgado de lo contencioso de Cádiz reprobando la colocación de la bandera republicana en el Ayuntamiento.

Este era uno de los argumentos del fallo judicial: "No se trata de negar el derecho que tiene cualquier partido o grupo político en su sede o en sus propias dependencias al uso de la bandera que estime conveniente, pero cuando se trata de un edificio público, cual es el Ayuntamiento, no se puede hacer uso en el mismo, ni en el balcón principal, ni en cualquiera de sus fachadas o ventanas, se trate o no de un mástil o cualquier otro tipo de exhibición pública, de otra bandera que no sea la oficial o la propia bandera del municipio, que además deben de ser las aprobadas legal o estatutariamente".