Aunque tal vez no pasa por su mejor momento político, en parte por los problemas de salud que viene arrastrando desde hace tiempo y en parte por una ruptura formal con Izquierda Unida que le ha restado mucha visibilidad pública, el alcalde de Marinaleda y líder legendario del movimiento jornalero andaluz Juan Manuel Sánchez Gordillo apenas necesita que le hagan preguntas para desplegar sus respuestas.

Lejos desde 2014 del Parlamento andaluz donde fue diputado durante varias legislaturas, aunque mantiene el liderazgo de la minoritaria Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT), el histórico Sánchez Gordillo no parece haber encontrado su sitio en el nuevo y todavía inestable panorama de la izquierda española marcado por la irrupción de Podemos.

Un lugar en IU

El coordinador regional de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, lo ha incorporado a la candidatura con la que quiere renovar mandato en el congreso que la federación celebrará dentro de un mes. Aun así, no da la impresión de que el alcalde de Marinaleda se sienta ni particularmente cómodo ni especialmente identificado con las posiciones políticas de sus excompañeros de IULV-CA. La sensación desde fuera es más bien la de que se está dejando llevar, al tiempo que se mantiene a la expectativa y opta por el silencio. El futuro dirá.

Casi entrevista, casi monólogo

La conversación que EL PLURAL ha mantenido esta semana con el líder jornalero iba a tener inicialmente el formato de entrevista, pero la querencia de Gordillo al monólogo y el torrente incontenible pero bien trabado de palabras, ideas, consignas, reflexiones y mensajes aconsejan recoger sus respuestas en un texto seguido, sin la interrupción de unas preguntas que el brío discursivo del entrevistado apenas permitía formular. A continuación, lo que piensa Gordillo sin interrupciones.