Ya no se ve humo. La evolución del fuego ha ido como se esperaba: los trabajos para estabilizarlo, que una vez perimetrado equivale de hecho a sofocarlo, han ido a buen ritmo, al tiempo que la dirección y la velocidad del fuego han ayudado.

El Parque Nacional de Doñana está fuera de peligro y el Parque Natural del Entorno del coto también, aunque varios miles de hectáreas podrían haberse visto destruidas por las llamas. Este martes se espera conocer el dato definitivo y los más de dos centenares de personas que todavía anoche permanecían desalojadas podrán regresar a sus casas; de hecho, muchos ya pudieron hacerlo anoche.

Optimismo pese a la gravedad

El consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Fiscal, avanzaba ayer que los técnicos habían optado, como medida preventiva y dada la magnitud del mismo, por esperar a este martes a primera hora para poder darlo oficialmente por estabilizado. “Todo ha ido muy bien”, sentenciaba Fiscal con optimismo, tras lamentar que se trataba de uno de los incendios más graves ocurridos en Huelva en los últimos años. 

Esperar a este martes para darlo oficialmente por estabilizado es en realidad "una medida de precaución, para no correr riesgos". En todo caso, el daño ecológico ha sido muy importante.

Toda precaución es poca

¿Se está tardado demasiado en dar por controlado el incendio y ofrecer el balance definitivo? Las autoridades piensan que toda precaución es poca. El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, reiteraba ayer que hay que ser prudentes: "Hay que ser conscientes de que estamos en Doñana, donde no caben las precipitaciones". La coordinación y el entendimiento entre Administraciones está siendo total.

Esta noche han continuado en la zona unos 200 efectivos controlando los puntos calientes que todavía hay dentro del perímetro de la superficie incendiada. Además, por parte del Gobierno seguían ayer en la zona trabajando en diferentes tareas 135 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), cuatro nodrizas y doce camiones, así como 40 agentes de la Guardia Civil. Mientras, el servicio especializado en naturaleza del instituto armado, el Seprona, sigue investigando las causas del fuego, que podría haber sido provocado.