“Nieto tiene una persona de absoluta confianza en el PP de Córdoba y se llama Adolfo Molina. Si yo fuera él, pondría a Adolfo de candidato”. Es lo que auguraba semanas atrás una persona muy conocedora del PP cordobés a raíz de la situación creada en el partido tras dictaminar la dirección nacional del partido que el presidente provincial José Antonio Nieto no podría aspirar de nuevo al cargo por ostentar también el de secretario de Estado de Seguridad.

Lo mismo sucedió con el presidente del PP de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, aunque no con otros cargos cuya responsabilidad institucional sí es compatible con la orgánica, como María Dolores de Cospedal o, en Andalucía, el delegado del Gobierno y presidente del PP de Cádiz, Antonio Sanz. Esa doble vara de medir ha irritado profundamente a los ‘incompatibles por decreto’, que, aunque formalmente decidida por Génova, atribuyen su marginación orgánica al presidente regional del partido, Juanma Moreno.

Así expresaba Moya, número dos del Ministerio de Hacienda, esa irritación dos semanas atrás: "Yo no he renunciado. A mí se ha aplicado la incompatibilidad de los estatutosz. José Antonio (Nieto) y yo hemos estado en permanente contacto porque era una situación que nos afectaba, lo que ha habido ha sido una decisión de hacernos incompatibles y, por lo tanto, no poder presentar nuestra candidatura al congreso provincial. Ésa es la realidad, la pura realidad y la única verdad".

Nieto mueve ficha

Exalcalde de Córdoba, número dos del Ministerio del Interior que dirige Juan Ignacio y líder indiscutible del PP provincial, Juan Antonio Nieto ha aceptado casi sin rechistar la orden de no presentarse a la reelección, pero no ha arrojado la toalla. Así es interpretado el hecho de que ayer hiciera pública su candidatura al congreso provincial Adolfo Molina, actual número dos del PP de Córdoba y hombre muy próximo a Nieto, quien medirá sus fuerzas contra la parlamentaria andaluza Rosario Alarcón, a su vez persona de confianza y hasta ahora el apoyo orgánico más visible –y casi único- de Juanma Moreno en un aparato provincial netamente nietista.

Pese a ser casi una recién llegada al partido, Alarcón asegura haber recibido “numerosas peticiones de diferentes personas" que forman parte del partido, "tanto en el ámbito de la provincia como fuera de ella", para que presentara su candidatura. El Congreso Provincial para la elección de la nueva Presidencia se celebrará el día 3 de junio.

La batalla de Sevilla

Mientras tanto, el actual presidente del PP de Sevilla, Juan Bueno, oficializaba también ayer su candidatura a la reelección ante unas 400 personas en un acto en el que estuvieron presentes Juan Ignacio Zoido, ministro del Interior, y José Luis Sanz, el hombre elegido por Cospedal dos años atrás para presidir el PP andaluz en lugar de Zoido en una operación que sorpresivamente se vio truncada por la sigilosa intervención de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que logró situar en el cargo a Juanma Moreno.

Cospedal no ha olvidado aquella humillación pública a manos de quien estaba y está muy por debajo de ella en el organigrama de Génova. A la minsitra de Defensa y secretaria general del PP se atribuye precisamente el nombramiento de Zoido como ministro del Interior, una atalaya privilegiada que el exalcalde de Sevilla está aprovechando bien. No en vano, prácticamente todos los fines de semana los pasa en la capital ancaluza.

Cospedal no se rinde

Al igual que Nieto, la correosa ministra de Defensa tampoco ha arrojado la toalla. Perdida en su día la batalla regional, intenta recuperar terreno asegurándose las plazas de Córdoba y Sevilla y velando armas en la de Jaén.  

Si en Córdoba y Sevilla ganaran finalmente las candidaturas críticas, ello sería un motivo de inquietud para Moreno no a corto pero sí a medio plazo. Si el año que viene se celebraran elecciones autonómicas en Andalucía, hipótesis hoy por hoy nada disparatada, una nueva derrota del PP de Juanma Moreno dejaría a este en una situación interna extremadamente delicada: si para ese momento sus adversarios controlaran Córdoba y Sevilla, el ataque concertado de ambos contra Moreno sí podría tener éxito.