Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López. Tras la tregua de la Semana Santa, que se anticipó varios días por el inesperado fallecimiento de Carme Chacón, los tres aspirantes a la Secretaría General del Partido Socialista reanudan las hostilidades.

A poco más de un mes de celebrarse la votación a la que están convocados los casi 180.000 afiliados socialistas, los candidatos mueven hilos, multiplican actos y movilizan a los suyos para reunir el mayor número de avales, aunque se da por hecho que los tres superarán sin dificultad la barrera del 5 por ciento del censo.

La crucial batalla de los avales

El precedente más próximo de éstas son las primarias de 2014 donde venció Pedro Sánchez, pero entonces el candidato arrasó en Andalucía porque quien hoy es su competidora movilizó al PSOE andaluz en su favor. En realidad, comparadas con éstas aquellas primarias fueron de mentira.

Quienes avalen a cada candidato no necesariamente han de otorgarle luego su voto, pero el hecho mismo de quedar primero en la carrera para conseguirlos modificará significativamente el clima de primarias a favor de quien logre el mayor número de ellos.

Iceta contra Iceta

Los avales marcarán, pues, un punto de inflexión en la contienda, del mismo modo que también lo ha marcado a su manera el ‘mea culpa’ entonado por el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, que en el Comité Federal del pasado 1 de abril admitió que fue un error enfrentarse a la Gestora y que los diputados catalanes votaran en contra de la investidura de Mariano Rajoy, en lugar de seguir la resolución de abstenerse adoptada democráticamente por el máximo órgano del partido entre congresos.

Aunque la rectificación fue el día 1, la filtración de las palabras pronunciadas por Iceta se producía el Miércoles Santo, doce días después.

Enmienda al ‘no es no’

Precisamente el hecho de que la rectificación de Iceta se conociera en plenas fiestas de Semana Santa parece haber amortiguado su impacto en el desarrollo de las primarias. No obstante, el mensaje del líder del PSC no ha podido pasar desapercibido para los más de 14.000 socialistas catalanes con derecho a votar en las primarias. Ciertamente, Iceta no se ha pronunciado a favor de ninguno de los tres candidatos, pero su rectificación ante el Comité Federal es una enmienda en toda regla a ‘no es no’ del que Pedro Sánchez ha hecho su bandera y que inicialmente contó con el respaldo de los diputados del PSC en el Congreso de los Diputados.

En consecuencia, la retractación de Iceta favorecería en principio a Susana Díaz, uno de cuyos aliados no explícito pero muy evidente es Javier Fernández, el presidente de la Gestora para quien Iceta tuvo en el ese Comité Federal del día 1 palabras de sincero reconocimiento que debieron chirriar en los oídos de Pero Sánchez y los suyos.

El efecto Madina

En cuanto al efecto que puedan tener las palabras de Iceta en el voto de los militantes del PSC, es difícil hacer una conjetura fiable. Iceta ganó el congreso del PSC del año pasado por una mayoría ajustada de solo ocho puntos frente a la alcaldesa de Santa Coloma, Nuria Parlon, impulsora de una plataforma de apoyo a Pedro Sánchez.

Y por si la situación no fuera suficientemente confusa, un dato más: el ‘ganador’ de las primarias de 2014 en Cataluña no fue Sánchez, sino Eduardo Madina, hoy uno de los puntales de la candidatura de Susana Díaz. El tirón de Madina y el alineamiento implícito de Iceta pueden inclinar la balanza catalana a favor de Díaz. Es menos probable que lo haga a favor de Patxi López, dado que su candidatura como ‘tercera vía’ está quedando muy desdibujada en el marco de la polarización extrema que vive el Partido Socialista.