Su nombre era Violeta y tenía solo 24 años. Es la última víctima de la violencia machista. Ayer fue encontrada sin vida y con evidentes signos de violencia en un paraje entre invernaderos de la barriada capitalina de El Alquián, en Almería.

Poco antes, la Policía Nacional recibía el aviso de que un hombre había aparecido ahorcado en un invernadero, en el paraje de Rambla Lechuga: se llamaba Rodariu A. A., tenía 29 años y era su asesino. Ambos eran de nacionalidad rumana.

No había denuncias

La familia de la víctima admitió que no existía denuncia previa, pero aseguran que Violeta sufría una situación continua de acoso tras la ruptura de la relación sentimental con su verdugo, que la había amenazado de muerte en distintas ocasiones tras la ruptura de la relación que ambos habían mantenido.

El cuerpo sin vida de la joven mostraba evidentes signos de violencia, entre ellos un contundente golpe en la cabeza que podría haberle provocado la muerte, si bien serán los resultados que se deriven de la autopsia que se le practica en el Instituto de Medicina Legal (IML) los que determinen la causa exacta del fallecimiento.

Ácido en la cara

Vasile, hermano menor de Violeta contaba así la historia: “En diciembre estuvo en la cárcel y cuando salió mi hermana decidió que no quería estar más con él. Entonces empezó a amenazarla, a decirle que iba a matarla, que iba a tirarle ácido en la cara”.

Según publica también el diario La Voz de Almería, la familia de Violeta pide que se investigue la posible participación de otras personas en el crimen. Su madre destaca que era una chica corpulenta y que resultaría “muy difícil que se la llevara solo”.