A seis kilómetros de las ciudades de Úbeda y Baeza, Patrimonio de la Humanidad, en pleno corazón de la comarca de La Loma (Jaén) se asienta un pequeño pueblo de poco más de 3.000 habitantes, Begíjar. Además de su rico pasado histórico, el municipio atesora otro gran patrimonio: el olivar, común en toda la provincia. Fue ese horizonte del mar de olivos que divisaba desde su casa lo que empujó a José Jiménez, junto con su hermano, a embarcarse en el fascinante mundo del aceite de oliva tras asumir la gestión de la pequeña fábrica familiar.

La primera almazara turística

Transcurridos 27 años no solo han conseguido producir un Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) Premium de reconocido prestigio internacional sino transformar este pequeño molino en un argumento turístico de primer nivel. No en vano Oleícola San Francisco fue la primera almazara turística de la provincia de Jaén con registro en la Consejería de Turismo. Esta distinción le ha permitido abrir sus puertas al mundo y, por ende, abrir una nueva vía de negocio: el oleoturismo, gracias al “oro líquido”, seña de identidad de esta tierra.

Así lo observan no solo las administraciones provincial y autonómica sino también los dueños de almazaras que como Oleícola San Francisco ven en este milenario árbol los atributos suficientes para potenciar el turismo de interior en la provincia y una herramienta de gran valor para el desarrollo de esta tierra. Como explica su gerente, José Jiménez, la idea es convertir a Jaén en La Rioja del aceite, es decir, mostrar una oferta genérica en torno al aceite. No hay que olvidar que más del 20 por ciento de la producción mundial de AOVE sale de los campos jiennenses. El zumo de la aceituna representa aquí toda una cultura que puede saborearse de muy distintas formas.

La historia de 'Oleotour Jaén'

La historia del oleoturismo es relativamente reciente. La Diputación Provincial de Jaén vio en este tipo de paquetes un escaparate para mostrar más allá de nuestras fronteras la cultura del olivo, un árbol milenario que no solo aporta un valor paisajístico y medioambiental (el bosque del olivar aspira a ser declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad) sino que ofrece un enclave privilegiado rico en historia, costumbres, tradiciones, paisaje y gastronomía.

En el marco de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) de 2013, la Diputación de Jaén lanzaba al mercado un nuevo producto turístico. Bajo la marca “Oleotour Jaén” se fraguó un proyecto capaz de convertir a esta tierra en el destino de viajeros aprovechando el bosque de 66 millones de olivos y el aceite de oliva virgen extra como recursos diferenciadores y singulares de este territorio.

"Se trata de una ruta de sensaciones única y excepcional que ofrece una apasionante aventura para descubrir cómo y porqué el aceite de oliva, un producto excepcional de la civilización mediterránea y de la dieta más saludable -de hecho es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad-, impregna los 97 municipios de la provincia de Jaén", asegura el presidente de la institución provincial, Francisco Reyes.

Una aventura de los sentidos

Este paquete invita al turista a emprender "una aventura de los sentidos" a través del AOVE, abarcando desde la historia, la cultura, la gastronomía, la arquitectura o el paisaje jiennense, entre muchos otros aspectos de la provincia, que están "impregnados por el olivar y el aceite de oliva". A través de este nuevo paquete turístico, el viajero que se acerca a Jaén tiene la oportunidad de conocer cómo se produce el aceite de oliva virgen extra, además de "disfrutar de un paisaje único, de ofertas específicas en torno a la salud y la belleza, con tratamientos que tienen el aceite de oliva como base, o conocer la gastronomía jiennense o su entorno más monumental”.

Esta iniciativa está avalada por un estudio pormenorizado y basado en un trabajo de campo de los distintos recursos turísticos jiennenses vinculados con el olivar y el aceite de oliva. En este espacio de tiempo, Oleotour Jaén ha conseguido la adhesión de más de un centenar de empresas entre almazaras, oleotecas, restaurantes, empresas de cata de aceites, museos del olivo, cortijos emblemáticos, alojamientos rurales y diferentes empresas de servicios.

Se ha transformado en el mejor complemento para las ofertas de naturaleza, de aventura y cultural que brinda Jaén y su provincia y favorece la dinamización del sector de aceite de oliva aprovechando todos los recursos disponibles para exhibir un producto turístico singular y diferenciado. Pero, sobre todo, es una nueva vertiente de negocio para el sector.

9.000 visitas

Desde la Diputación tratan de alentar al empresariado jiennense para que apueste por unos recursos que tiene al alcance de su mano. Un ejemplo de ello es Oleícola San Francisco. En 2016 obtuvo el Certificado de Excelencia de TripAdvisor gracias a las valoraciones que los visitantes dejaron durante su estancia en la almazara jiennense.

Su responsable José Jiménez señala que tras este reconocimiento existe un trabajo diario. “Se acondicionó en primer lugar la almazara, se diseñó una serie de productos donde vender nuestra experiencia de vida; comenzamos a concertar visitas guiadas todos los días; y de manera paulatina los viajeros fueron llegando hasta convertirse en una línea de negocio fantástica. Para este año esperamos recibir 9.000 visitas; el año pasado fueron 7.400. A final de febrero hicimos 3.800 reservas y ya estamos cerrando visitas para el año que viene. Nos encontramos ante un producto que genera una continua demanda”, cuenta Jiménez, tras apuntar que estas cifras responden al esfuerzo de un equipo de personas que apuesta por un servicio de calidad y de profesionalidad. Un servicio reconocido por los touroperadores para los que trabajan.

“Ellos, aclara, no se juegan su prestigio si no ofreces un mínimo de garantías”. Oleícola San Francisco ha conseguido en estos años satisfacer a sus clientes diseñando productos únicos y singulares y, sobre todo, “hacemos que la gente llegue a Jaén y que nuestro pueblo y nuestra provincia tengan relevancia más allá de nuestras fronteras”. Cerca de 60 nacionalidades han pasado por la almazara de Begijar; desde americanos, colombianos, noruegos, daneses, holandeses, pasando por chinos, japoneses, surafricanos hasta australianos; todos ellos han sido aceituneros por un día. Al final lo que se vende no es algo tangible, sino “una forma de vivir una experiencia”. 

Aceite 'on line'

La experiencia de ser bien atendido, de crear un vínculo directo con un proyecto que ha conseguido el reconocimiento de sus viajeros, pero también se ha convertido en una forma noble de vender su AOVE. Así lo manifiesta el gerente de Oleícola San Francisco, que se ha visto obligado a abrir una tienda on line para atender el incremento de pedidos de aceite que vienen del exterior, muchos de ellos de viajeros que recalaron en esta almazara. Un nuevo modelo de negocio que, a juicio de Jiménez, permite la promoción y dinamización del sector.

En esta línea, valora el papel de la Diputación Provincial, “que nos está allanando el camino para emprender nuevas líneas de trabajo relacionadas con el olivar y que suponen avanzar en el progreso de las zonas rurales”. Un avance que implica desarrollo económico, generar riqueza y empleo.

La propia administración provincial se ha encargado de reforzar la creación de productos turísticos en torno a estos recursos para demostrar las distintas posibilidades que ofrece el sector: degustaciones de los aceites tempranos, jornadas gastronómicas o la organización de un mercado de artesanía con productos elaborados a partir del olivo. Y para cimentar este proyecto, la Diputación Provincial anunció hace año una inversión de 200.000 euros para seguir trabajando en la adecuación turística de almazaras y cooperativas.

Estas ayudas tienen como objeto sufragar desde el acondicionamiento de espacios para recepción de visitantes y venta de productos hasta aquellos destinados a la divulgación de las propiedades del aceite, como talleres o degustaciones; así como la mejora de la información, de la señalización y de los contenidos interpretativos sobre el proceso de producción y extracción del aceite o de la accesibilidad de los distintos espacios. Otra de la propuesta fue la creación del Club de Producto Turístico Oleotour Jaén, conformado inicialmente por las empresas ya adheridas y en el que la Diputación será soporte técnico y administrativo para su gestión.