Las imágenes del psiquiátrico de Málaga, perteneciente a la Diputación Provincial parecen tomadas en una cárcel turca que nos recuerde al film “El Expreso de medianoche”. Puede que nos traiga a la memoria a alguna de las muchas películas realizadas, en blanco y negro algunas de ellas, sobre  la mísera situación de abandono de los psiquiátricos de hace un siglo. Ni Milos Forman podría haberlo retratado ni Jack Nicholson protagonizado mejor.

Enfermos graves rodeados de deficiencias
Pero la realidad es que son el espejo de un centro público de atención a personas con enfermedades mentales -35 discapacitados psíquicos gravemente afectados y con problemas de conducta- dependiente de la millonaria Diputación de Málaga en manos del PP y en pleno siglo XXI. Hay veces que la realidad desborda a la imaginaria noticia y ésta bien podría ser una de esas ocasiones.

Depende del presidente del PP y portavoz andaluz del partido
El Centro de discapacitados psíquicos de Málaga "Centro Guadalmedina", es propiedad de la Diputación y su gestión depende de ella. Una Diputación rica que preside Elías Bendodo, máximo responsable del PP malagueño, portavoz del Partido Popular andaluz y mano derecha de Juan Manuel Moreno Bonilla y, enfrascado ahora, en suceder en la alcaldía de la capital al actual alcalde. Tanto desvelo en su anticipada carrera preelectoral puede que le haya hecho olvidar que los enfermos mentales también existen y que además algunos, 35 en concreto, dependen de la institución que regenta.

El Centro Guadalmedina tiene 35 usuarios y usuarias con graves problemas de discapacidad mental. Ante las informaciones sobre sus deficiencias, Francisco Conejo, portavoz socialista en el ente provincial, acompañado de la diputada provincial de su mismo partido Antonia García, se presentó, tras avisar al equipo de Gobierno del PP el día antes, en dichas instalaciones contemplando, no sin sorpresa, de este panorama dantesco que recogemos en esta fotogalería. La visita al centro ofrece un aspecto desolador impropio de la atención que necesitan los graves enfermos, algo anacrónico y que parece un viaje hacia otra época. En algunas habitaciones se aprecia la humedad en las paredes, camas estropeadas, colchones con muelles inservibles, cucarachas en el comedor a la hora del almuerzo, muebles vetustos y con graves desperfectos, salas de aislamiento impresentables, óxidos en la cocina… Y para el PP son solo “circunstancias puntuales”.

Recortes en plantilla y en tiempo de ocio para los enfermos
Según informaciones recabadas los trabajadores han protestado ante la falta de once auxiliares de clínica. Esta reducción en la plantilla habitual provoca que hay turnos de 15 y de hasta 25 horas de un mismo trabajador. Un ejemplo basta: el puesto de fisioterapeuta no se cubre desde hace casi 4 meses. Los puestos de psicólogo y el de trabajadora social estuvieron un año sin ser cubiertos. Ahora disponen solo de un contrato de tres meses renovable otros tres. Estas mismas informaciones destacan que desde que el PP llegó a la Diputación, los usuarios no disfrutan de actividades de tiempo libre como días de vacaciones (anteriormente iban a la playa) o realizar una comida fuera a la semana como hacían antes. Algo que agradecían y este equipo de gobierno suprimió. 

Durante la visita de los socialistas al centro, y tal como demuestra el reportaje fotográfico que realizaron, se encontraron un escenario de total abandono con heces de un usuario en una pared en el techo de la habitación, ventanas rotas, humedades junto a las camas, muebles deteriorados y viejos, colchones vencidos, persianas que no funcionan, etc...

Los empleados han informado de que llevan tiempo demandando arreglos en esas deficiencias. En el caso de las heces en el dormitorio pidieron un pintor pero “no les hacen caso desde Diputación. El usuario duerme en esa habitación todos los días”. El propio diputado socialista, Francisco Conejo, se encontró hasta una cucaracha en el comedor que estaba siendo utilizado por los usuarios en ese momento. 

Gastos millonarios en autobombo
Según los socialistas, el estado del Centro Guadalmedina demuestra “la insensibilidad del PP con las políticas sociales y, sobre todo, lo equivocada que tiene las prioridades Bendodo como presidente de la Diputación. Este antepone proyectos de autobombo como gastar cuatro millones de euros en la plaza de toros para instalar un restaurante y una tienda o un millón de euros en una escuela de hostelería privada mientras equipamientos como este centro de discapacitados psíquicos que dependen directamente de la Diputación están en una situación indigna, con recorte de personal y usuarios mal atendidos”.

Tras esta visita de “inspección”, el PSOE va a exigir un plan de choque inmediato para este centro. También va a demandar una auditoría del resto de centros asistenciales dependientes de la institución provincial para conocer cuál es su situación y si existen más situaciones de precariedad como esta. Con cierto estupor, el secretario Institucional del PSOE-A andaluz y número tres de Susana Díaz, ha afirmado que “este es el espejo donde se mira Moreno Bonilla que pone de ejemplo a Bendodo de lo que sería su gestión en Andalucía. A la vista del abandono de este centro de discapacitados psíquicos nos podemos imaginar lo que haría con la sanidad o con los centros sociales de toda Andalucía”.

Ahora se entiende el ahorro del que presume Bendodo. Ahorra a costa de los discapacitados psíquico, finaliza con ironía Conejo.

Para el PP son solo "circunstancias puntuales"
La respuesta del PP ha sido tímida, tal vez desbordada por la dimensión de lo "hallado".  La diputada del Partido Popular achaca solo a "circunstancias puntuales que nada tienen que ver con una falta de atención en el centro". Lo justifica en que los pacientes poseen graves patologías psíquicas y que resulta muy dificil su control por el personal que les atiende.  Y pone unos ejemplos: Sobre las heces de la paredes y techos dice que "se limpia todo y al poco vuelven a estar igual". Con respecto a la rotura de las ventanas, igual. Las humedades son "elementos surgidos hace un tiempo pero que se han agravado con las últimos precipitaciones".  ¡Justificar lo injustificable, el arte de la vieja política!. Si no fuera por la gravedad de los hechos y pensando en las míseras condiciones de los 35 enfermos graves que soportan esta lamentable situación, se podría decir aquello de que !le han pillado con el carrito de ls helados, y no sabe como justificarlo!