Para desconcierto de los ciudadanos, las instituciones no tienen un criterio unánime sobre qué hacer cuando alguno de sus miembros es acusado formalmente de abusos sexuales. Los centros escolares suelen apartar de las clases a los profesores acusados de cometer abusos sexuales a menores, como acaba de suceder con un docente de Vélez-Málaga. No sucede lo mismo, en cambio, en la universidad: la de Sevilla mantuvo durante años en su puesto docente a un catedrático ahora condenado a siete año por abusar sexualmente de dos profesoras y una becaria que estaban bajo su mando.

Y la misma actitud tolerante suele tomar en muchas ocasiones la Iglesia. El Obispado de Córdoba mantiene de párroco en la localidad de Espiel a un cura que será juzgado por abusos sexuales a una niña cometidos en una localidad vecina y para quien el fiscal pide seis años de cárcel.

Tres años ejerciendo

I. M. V. se sentará en el banquillo de los acusados el 11 de mayo en la Audiencia de Córdoba, después de que fuera denunciado por los padres de la menor en abril de 2015 ante la Guardia Civil, que detuvo al sacerdote, que sólo llevaba tres años ejerciendo en la zona.

En su día, la titular del Juzgado de Pozoblanco dictó una orden de alejamiento aunque lo puso en libertad, mientras que el Obispado mantuvo en activo al sacerdote limitándose a trasladarlo a  la localidad de Espiel, donde es responsable de la parroquia.

Un obispo muy peculiar

Pese a su decisión, el Obispado de Córdoba aseguró entonces que la Iglesia tenía “mucho interés en defender, proteger y salvaguardar todos los derechos de los menores” y establecía “el criterio de tolerancia cero para los casos de abusos".

El titular del Obispado cordobés es Demetrio Fernández, cuyos puntos de vista en cuestiones sexuales lo han hecho protagonista de muchos titulares. El obispo opina que la fecundación artificial es un "aquelarre químico de laboratorio" y está convencido de que la Unesco tiene un plan para “hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual”.

Delito continuado de abusos

La Fiscalía Provincial de Córdoba ha solicitado una pena de seis años de prisión al atribuirle la comisión de un delito continuado de abusos sexuales a una niña de diez años, que era monaguilla en la localidad de Villanueva del Duque.

La Fiscalía recuerda en su escrito de calificación, que el cura tenía una buena relación con la familia de su víctima, llegando a comer en casa de los padres y pasar cierto tiempo en su compañía y de las hijas menores de la familia.

Según el relato del Ministerio Público, desde enero de 2015 y hasta el día 24 de abril de ese año, aprovechando la relación de superioridad que tenía sobre la menor, se produjeron diversas situaciones en las que el procesado presuntamente le realizaba tocamientos, con intención de satisfacer sus deseos sexuales. El acusado se declara inocente de los hechos que se le imputan.

La Junta pide que lo aparten

La consejera de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, María José Sánchez Rubio, ha instado a la Iglesia a que "aparte" al sacerdote. La titular de Igualdad confía en que las autoridades eclesiásticas adopten "medidas contundentes para alejar del ejercicio precisamente a quienes violan los derechos fundamentales y los derechos básicos de una menor".

Sánchez Rubio apela incluso a Roma: "Espero que sea contundente y que vaya en la línea del Papa Francisco en la materia, con tolerancia cero ante los abusos. Hay que hacerlo inmediatamente y no se pueden hacer concesiones".