Muchos de nosotros nos hemos enfrentado a este problema cuando nos disponemos a realizar uno de los mejores platos del verano: La fritura de pescado. ¿A quién no le ha ocurrido que no le queda la fritura perfecta? Esto se debe a una maña manía que tenemos a la hora de tratarlo, pasarlo por el grifo de agua.
Hay que tener en cuenta que pasar nuestro pescado por este proceso aumenta su humedad y por ende, cuando lo echamos a nuestro aceite caliente el contraste de temperatura y de humedad pasa una mala factura.
¿Cómo conseguir la fritura de pescado perfecta?
Todos conocemos el hecho de que el agua y el aceite son como el perro y el gato, lo mejor es no juntarlos ya que puede saltar.
Es mucho mejor limpiarlo con un paño húmedo (Sin dejar un exceso de agua en el) y de esta manera tendremos nuestros pescados limpios y sin el exceso de humedad que hará que no sea un plato perfecto.