Llevar un kit de emergencia en el coche puede solucionarnos muchos problemas.
Aunque la DGT no lo establece como obligatorio en España – por el momento -, es evidente que es altamente recomendable.
A la hora de configurar este kit de emergencia, muchos conductores no tienen claro lo que deben incluir en él, aparte de los sabidos chalecos reflectantes para conductor y pasajeros y triángulos o la luz V16 (que pasará a ser obligatoria a partir de enero de 2026).
Aunque tampoco es obligatorio, se recomienda incluir un kit de reparación de pinchazos o una rueda de repuesto.
El no disponer de los elementos reglamentarios de señalización en caso de accidente podría suponer sanciones de hasta 200 euros para el conductor.
El conocido supermercado Lidl ha elaborado un kit botiquín pensado para proporcionar primeros auxilios básicos, y además, su contenido coincide con el recomendado por la DGT.
Esta bolsa de primeros auxilios, disponible en Lidl a un precio de 6,99 euros, incluye nada menos que 38 piezas, entre las que se cuentan gasas estériles, guantes, esparadrapo, vendas elásticas, tijeras y pinzas, apósitos adhesivos, mascarillas y mantas isotérmicas.
Por si fuese poco, tiene la calificación de dispositivo médico.
La DGT explica en su página web que “siempre es recomendable contar en el vehículo con un pequeño botiquín que contenga los elementos imprescindibles para realizar curas sencillas en caso de imprevisto o accidente leve”.
Esta bolsa botiquín puede encontrarse en su página web – todavía quedan algunas existencias – y recibirse cómodamente en casa en el plazo de una semana.
¿Cómo actuar en caso de una herida superficial?
En primer lugar, debe evaluarse la gravedad de la situación, la posibilidad de que el accidentado presente más lesiones y la necesidad de acudir a un centro médico o urgencias.
En caso de que la única lesión sea una herida sencilla, la persona que realizará la cura debe lavarse siempre las manos antes de proceder, y colocarse unos guantes de látex o nitrilo antes de empezar.
Se lavará la herida con suero fisiológico o agua potable, para eliminar los posibles detritus o restos de suciedad presentes (tierra etc). Cuando esté limpia, se secará dando pequeños toques con una gasa estéril, y se aplicará solución antiséptica en caso de disponer de ella.
A continuación, debe cubrirse la herida con un apósito estéril, para evitar la exposición a agentes contaminantes, bacterias o luz solar. Este apósito debe levantarse diariamente para eliminar las posibles secreciones que aparezcan y verificar que no aparezcan signos de infección, como son la supuración de coloración verdosa u olores anómalos, en cuyo caso, se debe acudir al médico.