En los últimos años, el aceite de oliva se ha convertido casi en un artículo de lujo, con subidas constantes en su precio; pese a que en los últimos meses su precio ha bajado por fin, algunas personas con pocos escrúpulos ven una oportunidad para hacer negocio fraudulento con este ingrediente tan cotizado en los hogares españoles.
Uno de esos casos fue destapado por la Guardia Civil en Extremadura, donde un vecino realizaba venta ambulante de un supuesto aceite de oliva, que ha resultado no ser apto para consumo humano.
El fraude del aceite de oliva y su riesgo para la salud
Las alarmas saltaron por casualidad en Miajadas, Cáceres, cuando un funcionario del Ayuntamiento compró seis garrafas de supuesto aceite de oliva virgen extra a un vendedor ambulante.
Cuando llegó a su casa y lo comparó con aceite de sus propias aceitunas, empezó a sospechar que algo no era normal: los colores no tenían nada que ver, siendo el que había adquirido de color amarillo intenso.
Cuando abrió las garrafas, pudo constatar que el olor era extraño y desagradable, lejos del característico olor del aceite de oliva.
Este vecino no fue el único afectado por el timo, varios vecinos acudieron a la Guardia Civil para poner sus quejas por este comerciante. La benemérita tomó tres muestras del producto y pudo constatar que se trataba de una mezcla de varios aceites de semillas junto con aceite de orujo, que no es apto para el consumo humano.
El aceite de oliva: objeto de frecuentes fraudes
Lamentablemente esta no ha sido la única operación de la Guardia Civil relacionada con el aceite de oliva. En varias regiones de España han tenido que intervenir por fraudes similares, como en Extremadura, en Vizcaya, donde un grupo adulteraba el aceite y lo vendía a negocios hosteleros o Mallorca, donde un grupo de personas comercializaba aceite de calidad inferior como aceite de oliva ecológico, llegando incluso a colocarle etiquetas falsas de denominación de origen.
Las autoridades sanitarias han intensificado los controles e inspecciones para prevenir (o detectar tempranamente) estos fraudes, que suponen un grave riesgo tanto para los ciudadanos como para la reputación de los productores.
Consejos a la hora de comprar aceite de oliva
Las asociaciones de productores y las autoridades sanitarias trasladan a la ciudadanía los siguientes consejos, para evitar caer en timos:
- Adquirir el aceite de oliva en establecimientos de confianza, evitar comprar a vendedores ambulantes a los que será difícil localizar a la hora de pedir responsabilidades.
- Comprobar que el producto adquirido lleva las etiquetas pertinentes y sellos de calidad oficiales.
- Desconfiar de precios excesivamente bajos que se alejen del precio medio de mercado del aceite de oliva.
- Ante la duda, consultas con asociaciones de consumidores, especialmente si alguna característica. organoléptica del producto nos llama la atención.
Desconfiar siempre de «gangas»
Cuando un producto tan popular como el aceite de oliva lo encontramos a precios irrisorios o de un proveedor que no es oficial debemos de ser desconfiados. Es una realidad que los estafadores utilizan cada vez más los productos más populares y demandados en el mercado para llevar a cabo sus fechorías y aprovecharse de todos aquellos consumidores que tan solo quieren acceder a productos de calidad a un precio razonable.
Los supermercados y las grandes superficies en muchas ocasiones realizan muy buenas ofertas para librarse de excedente o de productos con una fecha de caducidad cercana, estos son los mejores sitios donde obtener los mejores precios para nuestros productos favoritos con las mejores garantías de calidad y seguridad. Siempre que veamos algún producto extrañamente barato lo mejor será dejar pasar la «oportunidad» y asegurarnos de que tan solo consumimos productos de calidad.