¿Te cuesta conciliar el sueño y sientes que no descansas bien? Ten cuidado, a la larga, tu salud cardiovascular podría verse afectada.
Durante el sueño, el organismo realiza una serie de mecanismos de recuperación y regulación, esenciales para manteneros sanos.
El cardiólogo e influencer José Abellán, declaró recientemente en una entrevista que el descanso inadecuado podría aumentar directamente el riesgo de sufrir un infarto.
La influencia del descanso en la salud cardiovascular
La calidad y cantidad del sueño tienen una influencia directa sobre la salud cardiovascular. Abellán explicaba que la falta de sueño puede causar un aumento directo en la presión arterial, así como activar mecanismos inflamatorios o alterar el metabolismo de la glucosa, todo ello con consecuencias que propiciarán la aparición de enfermedades
Además de los problemas de insomnio o de la dificultad para alcanzar fases de descanso profundo, las patologías del sueño propiamente dichas, como las apneas, elevan directamente la probabilidad de hipertensión y de aparición de arritmias.
Es por ello, que en muchas ocasiones, un correcto descanso nos ayuda a prever este tipo de enfermedades cardiovasculares y es algo tan simple que apenas le hacemos caso. Descansar correctamente y hacerlo justo después de comer nos va a ayudar a reducir considerablemente los niveles de estrés a los que estamos sometido, sobre todo a aquellos perfiles que teletrabajan desde sus hogares y no se despegan de las pantallas, otro de los causantes de un incremento en el estrés de la persona.
El impacto del estrés
Una de las principales causas de estas dificultades en el descanso es, sin duda, el estrés. Los altos niveles de estrés sostenidos de manera continuada suponen una hiperactivación constante del sistema nervioso simpático (el encargado de poner al organismo “en alerta” ante un inminente peligro), esta hiperactivación suponen niveles elevados de cortisol en sangre, con graves consecuencias para la salud, como son la dificultad para perder peso, la tendencia a la diabetes, fatiga crónica, problemas digestivos y alteraciones cardiacas, entre muchos otros.
Según datos aportados por la Real Academia Nacional de Medicina, alrededor del 10% de la población en España sufre de insomnio crónico. Llama la atención que la proporción de mujeres afectadas es mayor que la de los hombres, pudiéndose achacar esto a la carga adicional que soportan las mujeres, especialmente las concernientes a la familia.
Las claves para dormir mejor
¿Cómo podemos mejorar nuestros hábitos de sueño? Los expertos recomiendan pequeños cambios en nuestras costumbres que podemos implementar desde hoy mismo:
- Reducir la exposición a pantallas: estos dispositivos emiten luz blanca, que causa una reducción en la producción de melatonina – una hormona que regula los ciclos de sueño -. Debemos priorizar además las luces cálidas en casa a partir de las siete de la tarde.
- Implementar rutinas de sueño: crear protocolos de descanso, que sigamos todos los días, de manera que nuestro organismo entienda que llega la hora de descansar y comience a relajarse, facilitando así poder conciliar el sueño.
- Evitar las cenas pesadas o los alimentos indigestos.
- Realizar ejercicio durante el día es altamente beneficioso para el descanso, sin embargo, si hacemos ejercicio en horas próximas al momento de acostarnos, debemos asegurarnos de que el deporte que realizamos sea suave, para no hiperactivar a nuestro organismo.
- Crear un ambiente que propicie un buen descanso: luces tenues, alejados de ruidos y de temperaturas extremas. Podemos valernos de listas de reproducción de ruido blanco o meditaciones guiadas para conseguir relajarnos.
Priorizar un descanso suficiente y de calidad es fundamental para un corazón sano. Implementar hábitos saludables en nuestro día a día puede suponer una diferencia significativa en nuestra salud a largo plazo y calidad de vida.