Durante los meses de verano, especialmente los últimos años en los que el calor extremo está haciendo que sean especialmente duros, muchos hogares españoles utilizan ventiladores y aire acondicionado para estar más cómodos en sus casa.
Aunque es común culpar a estos aparatos del gasto en la factura de electricidad, hay otros culpables ocultos.
Principalmente, el uso del calentador eléctrico y los sistemas de calefacción que empleamos durante el invierno son los responsables de que al año, el total de nuestra factura se vea incrementado.
El impacto en la factura del calentador eléctrico
Aunque con más uso en los meses de invierno, en los meses de verano hacemos también uso constante de este aparato – pocos son los valientes que se atreven a ducharse con agua fría, pese a los grandes beneficios que tiene para nuestra salud.
El calentador de agua eléctrico es un equipo que tiene un funcionamiento continuo, es decir, en ningún momento del día está completamente desconectado de la red eléctrica, ya que para mantener el agua caliente y que esté inmediatamente disponible, debe estar encendido, suponiendo este gasto continuo hasta un 30% del total de la factura de la luz.
Este goteo constante, como vemos, puede parecer poco en el día a día pero tener un gran impacto en el importe final, a diferencia del aire acondicionado que solo encendemos durante ratos concretos.
¿Cómo podemos ahorrar en la factura?
Lógicamente, y aunque el aire acondicionado no suponga el grueso de la factura, hacer un uso responsable de él contribuirá a que mantengamos el gasto bajo control.
Adicionalmente, podemos tener en cuenta las siguientes recomendaciones de expertos:
- Instalación de calentadores eficientes: los modelos más modernos y actuales tienen mejores calificaciones energéticas (indicadas en la etiqueta energética) y por tanto consumen menos electricidad para hacer la misma función.
- Uso de temporizadores: si tenemos rutinas que se repiten durante los días (por ejemplo, si trabajamos fuera de casa y no volvemos hasta la tarde) podemos utilizar temporizadores que hagan que el calentador funcione dentro de los periodos marcados, eliminando así el funcionamiento pasivo durante todas las horas restantes del día.
- Aislamiento del termo: el agua que calienta el calentador eléctrico se almacena en el termo hasta que es utilizada, mantenerla caliente hasta ese momento consume energía. Si el aislado del termo es adecuado, se perderá menos calor por disipación, manteniéndose la temperatura constante y requiriendo de menos energía para calentarla de nuevo, con impacto positivo en la factura.
Además, como ya explicamos en artículos anteriores, hay estrategias como la colocación adecuada de los electrodomésticos. Puedes consultar consejos adicionales en este breve artículo.
¿Y el aire acondicionado? Cómo usarlo sin preocuparse por el consumo.
Si aplicamos los consejos anteriores y además hacemos un uso inteligente del aire acondicionado, podremos disfrutar de éste sin pensar en el pago a final de mes.
Los expertos recomiendan no tenerlo encendido a elevada potencia durante todo el día, puesto que no es necesario para mantener una temperatura agradable: una vez que la temperatura desciende, puede mantenerse durante varias horas. Con programar el termostato a una temperatura suave, lograremos mantener el ambiente fresco.
Cerraremos las ventanas de casa, y si el sol impacta de manera directa, bajaremos las persianas o estores, para que el calor externo no contribuya a elevar la temperatura en el interior.
La mayoría de los equipos disponen de varios modos de uso, si escogemos el modo eco, el consumo de electricidad será mucho más moderado, y es perfectamente suficiente para estar frescos en casa.
¿Quieres saber cuánto te cuesta al día utilizar el aire acondicionado? Te lo contamos en este artículo, no te lo pierdas.