El Arco, competidor de Mercadona y una emblemática cadena de supermercados “de toda la vida” con más de 30 años de historia en Asturias, ha anunciado su cierre definitivo, que tendrá lugar una vez agoten las existencias de género en sus tiendas.
Las últimas 30 tiendas del grupo se encuentran principalmente en Gijón y en Oviedo, de esta treintena de establecimientos, 21 son supermercados, seis tiendas de congelados El Pingu y tres La Quintana.
El Arco inició su andadura con la apertura en 1987 del primer establecimiento El Arco, en la localidad de Langreo. Durante su andadura, esta cadena llegó a contar con 600 establecimientos y más de 700 empleados, alcanzando una facturación anual de 90 millones.
El motivo de la victoria de Mercadona
Esta decisión se produce tras la decisión de su principal proveedor de poner fin al suministro de productos, debido a las deudas acumuladas por la empresa, lo que deja a la compañía sin capacidad para reabastecer sus tiendas y mitigar la deuda pendiente.
La cadena arrastraba pérdidas desde hace años, agravadas por el auge de supermercados como Mercadona, Lidl o Carrefour y por el cambio en los hábitos de compra del consumidor, que demanda servicios como el reparto a domicilio o la compra online, o instalaciones modernas con cajas de autopago.
El caso de esta cadena es particular, ya que su principal proveedor es también su principal accionista. El grupo Cuevas adquirió el 70% de las acciones de El Arco con el beneplácito de una sentencia dictada por la jueza Begoña Diaz, titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Oviedo, que permitió este movimiento al declararse insolventes e incapaces de hacer frente a la deuda que sostenían, con la finalidad de evitar el concurso de la compañía. En esta compra de acciones se incluían también dos centros logísticos, uno en Mercasturias y otro en La Felguera.
Esta adquisición pareció aliviar la situación temporalmente, pero solo un año después, se produce el cierre de las 30 tiendas que aún mantenían.
El cierre afectará a más de un centenar de trabajadores, cuyos sindicatos y asociaciones han pedido a la empresa un proceso de salida ordenado y transparente, que les garantice las indemnizaciones pertinentes y mitigue, en lo posible, este duro golpe.
Estos empleados tendrán que acogerse a un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
Además de a los trabajadores, la desaparición de los supermercados afecta a los vecinos de barrios de pequeñas localidades, para los que El Arco era el único establecimiento cercano.
Este acontecimiento refleja a la perfección las dificultades a las que se enfrentan las cadenas regionales a la hora de hacer frente a grandes grupos, como es Mercadona o Carrefour, que lideran el sector.