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El atril vacío de Mariano Rajoy
Este lunes hemos podido seguir un debate, sin pactos secretos y previos entre unos y otros. Es decir, que tres candidatos de tres partidos –Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias- pudieron hablar abiertamente, con bastante dureza y con la ventaja global de que millones de españoles los estaban viendo o escuchando. Fue ésta una apuesta de 'El País' que merece ser positivamente subrayada. La operación salió de forma adecuada. Y una vez más, el presidente aún del Gobierno de España volvió a equivocarse ante la opinión pública y ante la libertad de expresión.
'Marca' es la felicidad diaria de Mariano Rajoy, al que le molestan, en general, los medios de comunicación
Mariano Rajoy ha demostrado, en estos días, que no sólo prefiere exhibirse en el Bernabéu, sino que elude, por supuesto, pisar el Camp Nou. Se exhibe también como periodista deportivo, que es, sin duda alguna, su evidente vocación frustrada. Marca es su felicidad diaria y el sueño de un vividor que nunca consiguió jugar mínimamentebien al fútbol. Le molestan, en general, los medios de comunicación. Pero sobre todo no le molestan aquellos periodistas que hay, ahora mismo, y que pertenecen a la caverna derechista.
No le molestan, sin embargo, los periodistas de la 'caverna' derechista
La geografía de la libertad de expresión en España es, desde luego ridícula y notablemente perversa. No puede entenderse, por tanto, que los políticos, salvo algunos pocos de ellos, apenas se preocupan de defender a La libertad de expresión. En la noche de ayer quedó muy claro.
Debo decir, y felicitar, a David Jiménez, actual director del diario El Mundo.Publicó el domingo pasado el siguiente artículo:
“Si les describiera un país donde el Gobierno maniobra para despedir periodistas incómodos, impone tertulianos en programas de radio y televisión y presiona a los directivos de medios de comunicación para evitar las críticas, pensarían que hablo de una república bananera. Ocurre en España (…) “Los cuatros últimos años han supuesto un grave deterioro de la libertad de los medios de comunicación (…) En sus primeros tres años de la legislatura, fue cuando (Rajoy montó) una presión intolerable para condicionar a los medios”.
Comparto totalmente lo escrito por mi colega de El Mundo. ¡Chapó, Jiménez!
Enric Sopena es director de ElPLURAL.COM
