En más de 70 entradas que llevo publicadas en Leequid (que se dice rápido) jamás me he parado a descubriros uno de los aspectos fundamentales en mi vida: la lectura. Aunque sí que he hecho referencia a librerías, a la cultura y al cine, jamás me he sentado a recomendaros libros. Tampoco soy ninguna clase de gurú o una lectora reconocida por mis excelentes gustos literarios. Pero soy una persona con un cierto criterio, selecta en mis decisiones y muy tiquismiquis con el resultado final de la obra. Así que aquí van una serie de recomendaciones. Por cierto, esto es un post perfecto para leer tomándose un té con waffles holandeses; que resulta ser como lo estoy escribiendo yo. Las coincidencias no existen.

Una saga juvenil.

Hace menos de un año, en uno de esos ataques donde el cuerpo te pide cosas cursis y fáciles, empecé a leerme una 'Corte de Rosas y Espinas'. PUES WOW. Se trata de una saga muy pensada a nivel de trama, con grandes influencias de la mitología y el imaginario fantástico, que recoge a la perfección los problemas de la vida adolescente y postadolescente, sin caer en clichés tóxicos. Es más, rechaza las relaciones románticas tóxicas y las denuncia abiertamente. Es una magnífica historia de fantasía y amor que no llenará a los adolescentes de ideas terribles sobre cómo deberían ser las relaciones. Mis dieces.

Un autor.

Eduardo Mendoza. En serio. Igual no es lo que os esperabáis de una millennial. Pero os lo digo de verdad, Mendoza es una genialidad con patas que aún publica. Lo conocí en las aventuras de su detective anónimo y me he ventilado la mayoría de sus libros. Sus novelas son la simbiosis perfecta entre un humor fino y cañero, una investigación histórica apasionante y un análisis social que le saca los colores a cualquier compatriota.

No ficción.

Siempre me ha gustado leer un poco de ensayo o crónica, pero reconozco que tiene que estar muy bien escrita para que no me aburra. Los últimos libros de este género que me han encantado han tratado sobre ciudades. Por un lado, tenemos a Vivian Gornick en sus 'Apegos feroces', donde investiga sobre feminismo a través de la relación con su madre y la ciudad de Nueva York. Nos regalas preciosas reflexiones sobre la dificultad de vivir en el Bronx, el hecho de ser judío o la prostitución. Por otro lado, para aquellos que conocéis Barcelona (o la queréis conocer) es recomendabilísimo leer 'Barcelona Inconclusa' de Laureano Debat. Se trata de un recopilatorio de crónicas en la que la Ciudad Condal es retratada con el encanto de su propia naturalidad. No obstante, jamás esconde la cara oscura que también configura Barcelona.

Un poemario.

El último recopilatorio de poemas que me ha marcado intesamente ha sido 'Aquí' de Szymborska y os podría explicar lo increíble que es su estilo libre, sus mensajes planos pero profundos, su capacidad de entender la sensibilidad humana... pero, para cerrar, simplemente os dejaré con 'Identificación'.
Qué bien que hayas venido –dice. ¿Oíste que el jueves se estrelló un avión? Ajá, pues precisamente por ese asunto vinieron a buscarme. Parece que él estaba en la lista de pasajeros. Y qué, igual se arrepintió. Me dieron una pastilla para que no me desmayara. Todo negro, quemado, menos un brazo. Un jirón de la camisa, el reloj, la alianza. Me enfurecí, porque seguro que no era de él. Nunca me haría eso, tener ese aspecto. Y de esas camisas están llenas las tiendas. Y ese reloj es un reloj corriente. Y nuestros nombres en su alianza son nombres muy comunes. Qué bien que hayas venido. Siéntate aquí a mi lado. Es cierto, tendría que haber vuelto el jueves. Pero quedan muchos jueves todavía este año. Ahora mismo pongo agua para el té. Me lavo el pelo, y luego, luego qué, intentaré despertarme de todo esto. Qué bien que hayas venido, porque allí hacía frío, y él en ese saco de dormir de goma, él, quiero decir, ese pobre infeliz. Ahora mismo pongo agua para el jueves, me lavo el té, es que claro, con lo comunes que son nuestros nombres.
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