En plena crisis de las ONG a raíz del escándalo de Oxfam, UNICEF, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), ha batido su récord de petición de ayuda económica a sus contribuyentes, los actuales y los potenciales. Eso es mucho decir en una organización que nació tras la Segunda Guerra Mundial, en 1946, cuando los niños europeos vivían amenazados por el hambre y las enfermedades.

La entidad lanzó este martes su llamamiento por valor de 3.300 millones de dólares (unos 3.080 millones de euros). Según ha expresado en su informe 'Acción humanitaria para la infancia 2017' que la cifra supera otro récord que la organización alcanzó en 2015, solicitando 3.100 millones de dólares (2.895 millones de euros) de ayuda.

Con este SOS, la organización persigue atender, ha informado, a millones de niños (equivalente a toda la población española), que viven en situaciones de emergencia humanitaria en otros tantos países.

Según sus cálculos, alrededor de 535 millones de niños (uno de cada cuatro) viven en países afectados por conflictos o desastres naturales y muchos de ellos han visto sus hogares, escuelas y comunidades convertidos en ruinas, por lo que "sus sueños y su futuro penden de un hilo" en naciones como Iraq, Yemen, Siria, Sudán del Sur y Nigeria.

Siria, el foco más preocupante

Uno de los mayores retos para UNICEF están en Mosul, con niños y familias afectadas por el conflicto en Siria, que pronto entrará en su séptimo año. La organización ha calculado que en 2016 llegaron a Europa alrededor de 350.000 refugiados y migrantes procedentes de Siria, y cerca de la mitad de todos los que llegaron por mar a Grecia e Italia eran niños. Para esta emergencia, UNICEF pide 1.400 millones de dólares (casi 1.310 millones de euros), lo que supondría más del 40% del importante total.

Por otro lado, la entidad reclama atención sobre el problema de la desnutrición. Ha estimado que aproximadamente 7,5 millones de niños sufrirán este año desnutrición severa en casi todos los países recogidos en el llamamiento, entre ellos cerca de medio millón en el noreste de Nigeria, y una cantidad similar en Yemen.

Las prioridades de Unicef junto con sus aliados para 2017 son proporcionar agua potable a más de 19 millones de personas; llevar educación básica formal y no formal a 9,2 millones de niños; vacunar a 8,3 millones de niños contra el sarampión, y proporcionar tratamiento a 3,1 millones de niños con desnutrición severa aguda.