Uno de los efectos positivos que ha tenido la revolución en la industria musical es que los grupos han tenido que salir al escenario para ganarse el sustento. A día de hoy, ningún avance tecnológico ha podido remedar las sensaciones que produce asistir la recital de tu banda favorita. Como prueba baste echar un vistazo al calendario de festivales que se avecina en todo el mundo.

Más larga y feliz

Ahora un estudio asegura que esas sensaciones que experimentamos en los conciertos nos hacen vivir más. Ya nos habían dicho los científicos que ir a actuaciones en vivo nos hacía más felices. O sea que los directos nos hacen la vida más larga y feliz. Este nuevo estudio hay que cogerlo con cautela. Más que nada porque está financiado por telco británica O2 que patrocina algunos de los recintos más importantes de Gran Bretaña. En cualquier caso han querido darle una pátina científica al asunto y han recurrido a un experto en comportamiento de la Universidad de Goldsmiths.

Nueve años

Según sus cálculos, ir a concierto de forma regular puede alargar la esperanza de vida alrededor de nueva años, nada menos. Han establecido también que a los 20 minutos de comenzar la actuación, nuestro cuerpo incrementa su estado de bienestar en un 21%. También crece la autoestima y la empatía con las personas que está compartiendo la sala con nosotros. La realidad es que es algo difícil establecer con tanta certeza si los conciertos hacen que vivamos más. Pero de algo no cabe duda. Experiencias como asistir a la actuación de un gran grupo junto a miles de personas en comunión es de las cosas que hacen que merezca vivir la vida, sea el tiempo que sea.