Como para toda especie animal, el momento de traer nueva vida al mundo debe de ser el más especial de toda la vida. Ese instante en el que individuos diminutos idénticos a ti garantizan la continuidad de la especie. Como las tortugas, cuya puesta hemos visto cientos de veces en documentales.
Basura beach
Parece que siempre eligen entornos paradisíacos para dejar sus huevos. Y una vez que estos eclosionan, las pequeñas tortugas ganan el agua a toda velocidad para evitar predadores.
Por eso es extraordinariamente triste el vídeo que desde hace unos días anda circulando por las redes sociales.
Una tortuga marina se afana, como hemos visto antes, en hacer un agujero en la arena de la playa en la que dejar a su próxima prole. Pero esta es una playa especial. O desgraciadamente, quizá no tanto.
Se trata de una playa atestada de basura. Elementos plásticos que se acumulan alrededor del animal y que este trata de alejar trabajosamente y sin conseguirlo. La imagen resulta curiosa. Botellas, latas e incluso zapatos de plástico de niños impiden a la tortuga cumplir con su instinto natural.
La toma fue realizada en la Isla de Navidad, un islote en el océano Índico que pertenece a Australia. Allí fue dónde el naturalista taiwanés Hung-Chang Liu captó la escena. El ecólogo buscaba filmar el comportamiento de los cangrejos autóctonos cuando se encontró la escena.
Las corrientes marinas hacen que en esta playa se acumulen los desechos que escupe el mar. Pese a que se han realizado varias campañas de limpieza, lo remoto de la isla hace que esas iniciativas no sean suficientes. La basura se acumula a mucha más velocidad de que se retira.
Y todavía queda un último punto. Si finalmente la tortuga consiguió su objetivo y depositó los huevos en la playa, cabe pensar en qué sucederá con las pequeñas tortugas. Cómo conseguirán llegar hasta el agua teniendo que esquivar semejante mar de basura y plástico.
