La aparición de Viagra supuso una revolución no solo farmacológica, sino también mediática. Durante un tiempo no se habló de otra cosa. Un medicamento milagroso contra la disfunción eréctil masculina. Sin embargo, mostraba otro factor. La orientación un tanto machista de la industria farmacéutica.

Y las mujeres qué

Ahora, alguna décadas después, un grupo de científicos de la Universidad de Michigan han hecho un gran descubrimiento sobre la disfunción sexual femenina. Esta no se trata tanto de una falta de deseo sino de la dificultad para mantener relaciones sexuales cuando sí se desea. Como ocurre con los hombres, simplemente la cosa no funciona. En el departamento de neurociencia de la institución han descubierto cómo hacerlo funcionar, aunque el método todavía debe ser perfeccionado. Se trata de estimula el nervio tibial a la altura del tobillo. Estimulación que se realiza con pequeñas descargas eléctricas.

Del tobillo a la vagina

Los neurólogos han descubierto que la estimulación eléctrica de este nervio produce una irrigación de la vagina de las ratas en las que se ha probado. Es decir, provoca una respuesta fisiológica idéntica a la de la estimulación sexual. De esa manera, es posible practicar sexo. La disfunción sexual que este sistema podría solucionar afecta al 40% de las mujeres que padecen esta patología. Aunque todavía es pronto para trasladar los ensayos en animales a humanos, los implicados creen que es perfectamente posible. Para ello habría que diseñar un pequeño dispositivo que genere la electricidad. Después, dos electrodos pegados al tobillo que conduzcan las descargas hasta su destino. Tras 30 minutos de estimulación por medio de estas descargas, los científicos de la Universidad de Michigan aseguran que la estimulación sexual de las mujeres será completa.