Patrones
El algoritmo –agrega Bansak – “puede detectar patrones sistemáticos, por lo que la próxima vez que se reciba un refugiado parecido, lo enviará al lugar donde prosperó el anterior”. Con el objetivo dede entrenar el algoritmo para su uso en EEUU, el quipo utilizó datos de más de 30.000 refugiados, de entre 18 y 64 años, ubicados mediante una importante agencia de reasentamiento entre 2011 y 2016. Luego, pidió al sistema que asignara ubicaciones óptimas para los que llegaron a finales de 2016 y las mejoras resultaron sorprendentes.
Las pruebas indicaron que con el algoritmo las posibilidades de estas personas de encontrar trabajo aumentaban un 41% en EE UU y un 71% en Suiza. En comparación con los resultados históricos reales, el refugiado medio en EE UU tenía más del doble de probabilidades de encontrar trabajo si el algoritmo lo colocaba. Esto supone un aumento en la probabilidad de empleo de entre el 25% y el 50%. Los índices de empleo previstos crecieron en todos los ámbitos, incluso para aquellos que tenían menos posibilidades de encontrar trabajo. Los autores subrayan que si se hubiera usado el algoritmo, la tasa promedio en todas las ubicaciones hubiera sido un 41% mayor.
Cuando las pruebas se repitieron en el contexto de Suiza, la mejora fue aún mayor y el incremento potencial se estimó en un 71%.