El ojo del huracán está en Génova. Allí, en el Palacio Ducal, se expusieron el pasado marzo veintiún cuadros, todos ellos presentados como obras de Amedeo Modigliani (Livorno; 12 de julio de 1884-París; 24 de enero de 1920). Pero ahora se ha descubierto que la inmensa mayoría podrían ser falsificaciones, tan solo uno habría salido, según las denuncias, de la pluma de aquel pintor italiano.

Un crítico dio la alerta

El alcance del engaño sería importante, pues la exposición batió récords de afluencia, en sintonía con las elevadas cotizaciones que alcanzan los cuadros de Modigliani en el mercado. Fue el crítico Carlo Pepi, uno de los máximos expertos en el artista, el que dio la voz de alarma afirmando que muchos de los cuadros de la muestra eran falsos. El estilo de Modigliani, bastante ajeno a las corrientes imperantes entre sus contemporáneos (cubismo, futurismo, dadaísmo, surrealismo) y de característicos retratos y desnudos ovalados, que reflejan con el vacío de sus ojos la introspección del hombre, siempre se ha detectado como fácil de copiar. El revuelo quedó servido, y la exposición se clausuró tres días antes de la fecha de cierre que estaba prevista, en el mes de julio. A continuación, la magistratura de la ciudad confiscó las obras para investigar un posible fraude que ahora han confirmado los expertos a quienes se encargó el estudio de las pinturas expuestas. Solo faltaría la sentencia judicial para certificar la estafa. Hasta los marcos de las telas podrían carecer de autenticidad. Para los expertos, éstos podrían proceder del Este de Europa y de Estados Unidos, sin tener siquiera conexión con el periodo histórico de Modigliani.

La sede elude su responsabilidad

En una nota oficial, la dirección del Palacio Ducal muestra su extrañeza y enorme sorpresa, declarándose también víctima del engaño. El museo quiere eludir su responsabilidad, añadiendo que delegaron la realización de la exposición como comisario a Rudy Chiappini, a quien ahora investiga la fiscalía de Génova. Mientras, hay quien, como el crítico Vittorio Sgarbi, duda del criterio de los peritos involucrados en la verificación de las obras. No es la primera vez que se cuela gato por liebre en una exposición de Modigliani, otro de tantos artistas que alcanzaron la fama de manera póstuma. Ya en 1984, unos jóvenes realizaron una esculturas que hicieron pasar por obras suyas para poner evidencia a los críticos de arte.