Cada vez hay más especies exóticas invasoras. Lo ha certificado, con un estudio internacional que ha liderado el Centro Senckenberg de Alemania, la revista científica PNAS, como también que la cantidad seguirá creciendo especialmente en regiones del mundo con economías grandes y en crecimiento, y que todo esto planteará un “desafío significativo” para la bioseguridad en todo el mundo.

El estudio analizó una base de datos global de 45.984 registros que detalla las primeras invasiones de 16.019 especies exóticas establecidas desde 1500 hasta 2005 para investigar la dinámica de cómo las especies exóticas se diseminan por todo el mundo. Y entre los años 2000 y 2005, una cuarta parte de los registros corresponden a especies que no se habían encontrado anteriormente en ningún lugar como exóticas, lo que es una proporción “preocupantemente alta”.

Para las plantas, los mamíferos y los peces, la proporción de nuevas especies exóticas emergentes se ha mantenido constante durante los últimos 150 años, pero el número total de especies exóticas ha aumentado.

Los insectos, moluscos y otros invertebrados tienen la mayor proporción de especies exóticas emergentes. Las aves son el único grupo que no sigue la tendencia, pues muestra las proporciones más bajas de especies exóticas emergentes, con una clara disminución que se ha notado recientemente.

La disminución de la proporción de especies exóticas en ciertas ubicaciones, como las que fueron colonias europeas, se ha visto compensada, señalan los expertos, "por las especies exóticas en otros lugares", y posiblemente podamos esperar "muchas nuevas invasiones que comiencen a aparecer en regiones con economías grandes y en crecimiento”.

Consecuencias inimaginables

Según el equipo investigador, hasta un 16 % de todas las especies en la Tierra podrían clasificarse como posibles especies exóticas y, en caso de que invadan nuevas regiones, los impactos serán “difíciles de predecir”.

Y es que “los humanos han estado trasladando especies durante miles de años, por lo que esperábamos que la mayoría de las especies con potencial para trasladarse ya lo habían hecho”, pero las estadísticas de este estudio sugieren que la alta proporción de especies exóticas emergentes no se puede explicar solo por estos factores, y es probable que se deba a la incorporación de nuevas regiones como fuente de posibles especies exóticas.

“Si bien la mayoría de los nuevos registros se relacionan con la propagación de especies que ya sabíamos que eran exóticas, el hecho de que uno de cada cuatro se relacione con una especie completamente nueva es a la vez sorprendente e inquietante”, detalló Blackburn.